Los militares anuncian la muerte de Abu Maidan, dos de Fatah Al Islam
El Gobierno libanés descarta lanegociación y lanza unultimátum Un éxodo de más de 1.500 familias
El Ejecutivo no puede intervenir en el interior del campo, sin embargo, ofrece rendición o muerte
El ministro libanés de Defensa, Elias Murr, dio ayer un ultimátum al grupo extremista radical suní «Fatah al Islam» y le obligó a elegir entre la rendición o la muerte. En declaraciones exclusivas a la cadena de televisión por satélite árabe «Al Arabiya», Murr subrayó que «el Ejército no negociará con un grupo de terroristas y criminales». «Su destino es el arresto y si se resisten al Ejército, la muerte. Solo tienen dos opciones, la primera, que es la que preferimos, es que se rindan y la otra, que no queremos, es la acción militar», insistió. Carros de combate libaneses han bombardeado en los últimos tres días el campo de refugiados palestino de Nahr al Bared, cercano a Trípoli, donde se mantienen refugiados los al menos 200 milicianos que componen «Fatah al-Islam». En virtud de un acuerdo tácito alcanzado en 1969, el Ejército libanés no puede intervenir en el interior de los campamentos de refugiados, donde la seguridad es asunto exclusivo de las milicias palestinas. Sin embargo, en las últimas horas, al parecer el Gobierno libanés ha contactado con los representantes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Beirut para explorar la posibilidad de que los soldados entren en Nahr al Bared. Pese al que el alto el fuego es efectivo desde el martes, la situación se ha deteriorado en las últimas horas, debido a que los rebeldes han amenazado con instigar el conflicto en otros campamentos si el Ejército libanés no cesa las hostilidades. Según los expertos, una posible intervención de las Fuerzas Armadas libanesas en el interior de Nahr al Bared podría incendiar una mecha de insospechables consecuencias. Muerte del «número dos» El Ejercitó libanés halló el cuerpo sin vida de «Abu Maidan», el supuesto número dos del grupo extremista radical suní «Fatah al Islam», informaron responsables militares libaneses. Según las fuentes, citadas por las televisiones locales, el cadáver del supuesto militante suní fue encontrado en el barrio de Al Aida, vecino al campo de refugiados de Nahr al Bared, escenario desde hace cuatro días de intensos combates entre el Ejército libanés y el citado grupo radical. Horas antes, diveros rumores que circulaban por los alrededores de Nahr al Bared indicaban que el líder del grupo, el palestino Shaker Abassi, había sido herido esta mañana cuando trataba de huir del campamento. Ninguna de ambas informaciones han sido confirmadas por los rebeldes, que han jurado luchar hasta la última bala y contagiar su ardor al resto de los campos si el Ejército libanés prosigue con sus hostilidades. Hombres, mujeres y niños, a bordo de vehículos o a pie abandonan sus hogares en una procesión continua de rostros atribulados. Las cifras son confusas. Así Ali Abu Jaly, director de la escuela de Nahr al-Bared que en el éxodo se cifra en unas «1.500 familias han podido ser evacuadas». «Pero dentro hay miles más sin posibilidades de huir; casi todos niños y minusválidos que no pueden valerse por sí mismos».