Obligan a las mujeres de dos ministros galos a dejar sus puestos en la televisión Un Parlamento europeo dividido debate el caso de «Radio Caracas»

Las esposas de los recién nombrados ministros franceses de Economía y Exteriores dejarán sus puestos al frente de programas televisivos de actualidad en los dos canales públicos para no dañar su imagen de imparcialidad, informaron las televisiones. Béatrice Schönberg, esposa del nuevo ministro de Economía, Jean-Louis Borloo, no seguirá al frente de los informativos de fin de semana de «France 2», mientras que Christine Ockrent, la mujer del jefe de la diplomacia, Bernard Kouchner, dejará de ser el rostro del semanal político «France Europe Express» que presenta desde su creación hace diez años. Con estas decisiones, las dos cadenas públicas pretenden terminar con las sospechas que podrían pesar sobre dos de sus periodistas más representativas y veteranas. El caso de Schönberg, de 54 años, acaba además con el enfrentamiento entre la dirección y el sindicato de periodistas, que había pedido la dimisión de la presentadora para «finalizar con una situación que manchaba la imagen de la redacción y podía dejar planear dudas sobre su imparcialidad». El Parlamento Europeo (PE) afronta hoy el debate sobre la no renovación de la licencia de emisión del canal venezolano Radio Caracas Televisión (RCTV) con sus grupos divididos casi al cincuenta por ciento. El conservador Partido Popular ), el Liberal y el soberanista Unión por la Europa de las Naciones (UEN), promotores del debate, defenderán una propuesta de resolución que acusa al Gobierno de Hugo Chávez de deteriorar el pluralismo informativo al no permitir la continuidad en las ondas de esta emisora crítica. Enfrente, el grupo Socialista se unió a Los Verdes e Izquierda Unitaria , y propugnará junto a ellos un texto que defiende en abstracto la libertad de expresión, pero sin juzgar la actuación del Ejecutivo venezolano. A priori, las tres primeras formaciones disponen de una ligera mayoría -suman el 54 por ciento de los escaños. Pero el debate va a celebrarse en el tramo final de la sesión, cuando la mayoría de los eurodiputados ha abandonado ya sus escaños.