Tres jefes militares italianos irán a juicio por no defender su base en Irak

Los tres militares italianos responsables de la base de Nasiriya (Irak), en la que el 12 de noviembre del 2003 murieron 19 italianos, serán juzgados por un tribunal militar. El fiscal militar de Roma, Antonino Intelisano, los acusa de no haber protegido a sus hombres de manera adecuada, ya que no adoptaron todas las precauciones posibles para defender la base de un ataque terrorista. Para el fiscal los tres acusados, dos generales y un coronel del cuerpo de Carabineros, han omitido de manera culplable «de afrontar una serie de medidas idóneas para defender la base». Los generales del Ejército Vincenzo Lops y Bruno Stano y el coronel de Carabineros Georg Di Pauli, comandante de la MSU, unidad especializada del de los Carabineros, que precisamente tenía su cuartel general en la base de Nassiriya, tendrán que responder a un artículo previsto en el Código Penal Militar italiano, que castiga «al comandante que, por su culpa, omite proveer de medios necesarios para la defensa de la tropa de la que tiene el mando o no la prepara para resistir al enemigo». La base, que fue objetivo de un camión bomba kamikaze, al parecer carecía de los necesarios controles, como guardabarreras, así como otros tipos de defensa ante la posibilidad de un atentado suicida. A esta conclusión se ha llegado tras cuatro años de investigación en la que diversos testimonios denunciaron la insuficiente seguridad de la base, lo que permitió un fácil acceso al camión bomba. El propio Abu Omar, terrorista de Al Qaeda arrestado por los norteamericanos y que se ha confesado organizador del atentado, declaró que la base italiana fue elegida precisamente por ser un objetivo fácil. En el atentado de Nassiriya de 2003, en el que murieron 19 italianos, entre ellos 12 carabineros, 4 soldados y dos civiles, los terroristas lanzaron un camión bomba contra los edificios de la base de los italianos en la zona. Por otro lado, George W. Bush, aseguró ayer que el próximo verano «será crítico> en Irak y dijo que hay que esperar que se produzcan «fuertes enfrentamientos» en ese país durante las próximas semanas. El presidente de EE.UU. agregó que «este verano será crítico para la nueva estrategia en Irak» y recordó que los iraquíes están saliendo de «años de dictadura» y por tanto, la situación allí no puede ser fácil. «Hay que esperar más bajas, tanto de EEUU como de iraquíes», dijo el presidente, quien rehusó pronunciarse respecto a cuándo se podría empezar a pensar en el regreso de las tropas a Estados Unidos.