El Ejército de los «ayatolas» confirma que los EE.UU. preparan un ataque a su país por peligroso
La cúpula militar iraní hace suyala amenaza nuclear de Ahmadineyad
Mientras el resto del mundo pide que la tensión en la zona se rebaje, el país árabe hace oídos sordos
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, reafirmó que »no teme las amenazas«, y que seguirá adelante con el programa nuclear, incluido el enriquecimiento de uranio, tras considerar que los iraníes »están cerca de su objetivo final. Su declaración coincidió con un comunicado distribuido por el Mando General de las Fuerzas Armadas, que advierte que «los iraníes acabarán con la hegemonía de EEUU y sus aliados», y «pondrán fin a los focos de amenaza contra la República Islámica». Ahmadineyad insistió, con su habitual tono desafiante, en que la República Islámica «no suspenderá en ningún momento sus actividades nucleares pacíficas», ya que «si nos paramos un solo minuto, los enemigos alcanzarían sus objetivos». «Lo que quieren los enemigos es someter a Irán y evitar que tenga acceso al uso pacífico de la tecnología nuclear. Su objetivo es erradicar el régimen» de la República Islámica, dijo Ahmadineyad en una reunión con militares del cuerpo de los Guardianes de la Revolución, según la agencia IRNA. Esta postura la expresó en Teherán, desde donde se ha trasladado a las ciudades de Isfahan y Falavryan (centro), para reiterar que «el pueblo iraní es partidario del dialogo, la lógica, la hermandad y la justicia, pero no dará marcha atrás ni un ápice». El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) indicó, en su último informe al Consejo de Seguridad de la ONU, que Irán hace caso omiso a la exigencia de la comunidad internacional e intensifica el proceso de enriquecimiento de uranio. Por su parte, el nuevo ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, se pronunció a favor de la adopción «rápida» de nuevas sanciones contra Irán si no suspende el enriquecimiento de uranio. «Si las potencias (internacionales) emplean toda su maldad, su influencia y su potencia no harán que el pueblo iraní abandone su orgulloso camino» hacia el acceso a la tecnología atómica, reiteró Ahmadineyad en Falavryan. «Con el apoyo del pueblo iraní, no tememos las amenazas y la guerra psicológica, y estamos cerca de nuestro objetivo final», recalcó el presidente, y consideró que «los enemigos ahora están desplegando su último esfuerzo que no dará ningún resultado». Su visita al centro de Irán, donde tiene previsto recorrer 25 localidades durante los próximos cinco días, es vista por los comentaristas en la zona como un nuevo intento del gobernante iraní para recabar apoyo popular a su política nuclear. El apoyo de las diferentes divisiones de las Fuerzas Armadas, así como del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, cabeza visible del régimen conservador de Teherán, parece que lo tiene garantizado. El Ejército iraní consideró que «América (EEUU) prepara un ataque contra la República Islámica de Irán a través de su acusación a Teherán de que constituye un peligro y una amenaza para la zona (del golfo Pérsico) y para el mundo». Esta postura la expresó el Mando General de las Fuerzas Armadas al día siguiente de que nueve barcos de guerra estadounidenses, incluidos dos portaaviones, llegaran al golfo Pérsico para participar en unas maniobras en aguas internacionales. Fuentes militares estadounidenses indicaron que el objetivo de esos ejercicios es mostrar el compromiso de EEUU con la seguridad de los países aliados de Washington en la zona, así como con la libre navegación en el golfo Pérsico, como eje vital del sistema actual.