El contingente español despide al sargento fallecido en Afganistán y la Otan mantiene el apoyo al país
El sargento de Infantería Juan Antonio Abril Sánchez, fallecido el sábado en Afganistán a consecuencia de las heridas que sufrió al volcar el vehículo en el que patrullaba a 25 kilómetros de la base de Qala-i-Naw, en Afganistán, fue despedido ayer por sus compañeros de misión en un emotivo acto castrense. La ceremonia, que comenzó a las 12.30 horas, fue presidida por el general italiano Antonio Satta, Jefe del Mando Regional Oeste de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (Isaf). A las honras asistieron también el coronel Juan Antonio Carrasco, jefe de la Base Aérea Avanzada (FSB) de Herat y jefe del contingente español en esa unidad, y el coronel Francisco José Gan Pampols, jefe del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Qala-i-Naw, en el que prestaba servicio el sargento fallecido. El féretro con los restos del sargento Abril Sánchez fue portado a hombros por los compañeros de la víctima hasta un hangar de la zona militar del aeropuerto, donde fue oficiada una misa de cuerpo presente. A su término, el soldado fue despedido al son de la marcha militar «La muerte no es el final», con que los ejércitos despiden a los caídos en acto de servicio. El himno fue cantado por la mayoría de los asistentes. Tras el toque de oración, las autoridades militares despidieron, a pie de avión, los restos sin vida del fallecido, que, junto a los 2 soldados heridos en el accidente, fueron trasladados en avión hasta la base de Manás (Kirguizistán), desde dónde serán repatriados. Su llegada a España está prevista para hoy a primera hora. A las honras asistieron numerosos soldados de otros países destacados en las diferentes unidades de la base de Herat y en el Equipo de Reconstrucción de Qala-i-Naw. El peligro del opio La Asamblea parlamentaria de la Otan concluyó ayer que mantendrá su apoyo militar a Afganistán, donde la producción y tráfico de opio puede poner en peligro la estabilidad y las mejoras logradas desde la caída de los talibanes en 2.001. El diputado laborista británico Frank Cook dijo durante su intervención ante el Comité de Defensa y Seguridad de la Asamblea de primavera de la Otan que para impulsar la situación afgana es necesario pasar de los actuales 32.000 efectivos a 70.000, integrados en catorce brigadas.