El Ejército del Líbano recurrió ayer viernes a todo su potencial de guerra, reforzado la pasada semana con los equipos llegados en ocho aviones de Estados Unidos, para emprender el que parece ser el asalto definitivo destinado a acabar con las filas yihadistas de Fatah al Islam atrincheradas desde hace trece días en Nahr al Bared.ç Un primer ataque contra un puesto militar perpetrado por los insurgentes antes de despuntar el día sirvió de excusa para desencadenar la tormenta de fuego sobre el campo de refugiados, donde todavía permanecen entre 3.000 y 7.000 vecinos que se han negado a salir. Y que se vieron una vez más literalmente atrapados en sus casas para escapar de los disparos de fusilería de los insurgentes y la cortina de proyectiles de artillería Howitzer de 155 milímetros lanzada desde el exterior por las tropas a la caza de las posiciones rebeldes. A pesar de los esfuerzos del Ejército por difundir que se trata de una operación calculada y
para no causar bajas entre los civiles, al cierre de esta edición las cifras de muertos facilitadas por las Fuerzas de Seguridad libanesas hablaban ya de 12 bajas entre los vecinos de Nahr al Bared y 2 soldados abatidos, si bien otros cómputos de víctimas facilitados por los medios locales citando datos del Gobierno daban por segura la aniquilación de hasta 36 milicianos. De acuerdo con una fuente militar, las más de diecisiete horas de asedio lideradas por las Fuerzas Especiales libanesas que continuaban al cierre de esta edición sirvieron ayer para
las defensas de los yihadistas. La prueba, siempre según la misma fuente, es que un escuadrón de 12 guerrilleros fue interceptado a mediodía intentando huir del campo de refugiados por el río Nahr al Bared rumbo a las montañas, y un segundo pelotón a través del Mediterráneo en un bote que se dirigía hacia el norte, donde a diez kilómetros se encuentran las aguas sirias. Una fragata de la Marina francesa recuperó en aguas internacionales al sur de Malta, los cadáveres de 18 personas que, según diversos indicios, podían ser inmigrantes que intentaban llegar a Europa. Un portavoz de la Prefectura Marítima del Mediterráneo, con sede en el puerto de Tolón (sureste de Francia), indicó a Efe que al término de la operación los marinos de la fragata
habían subido a bordo dieciocho cuerpos sin vida que se encontraban a la deriva, a unas 200 millas al sur de Malta. El portavoz afirmó que los fallecidos serán trasladados hasta Tolón. No quiso entrar en detalles sobre si había habido negociaciones con Malta o Libia para que los cadáveres pudieran ser desembarcados en alguno de esos países, dada su cercanía al lugar de los hechos. Poco antes, el portavoz del Ministerio francés de Defensa, Jean-François Bureau, había declarado a la emisora de radio
que se estaba negociando con Malta el envío de los cuerpos a esa isla del Mediterráneo. Los medios de comunicación franceses, que citaban fuentes maltesas, también se habían referido previamente a supuestas negociaciones de Francia para trasladar los cadáveres a Libia. Los cuerpos llevaban varios días en el mar, a la vista de su estado de descomposición, según la Prefectura Marítima. El buque militar francés se encontraba en misión en esa zona al norte de las aguas jurisdiccionales libias, donde varias embarcaciones de inmigrantes clandestinos han naufragado recientemente.