El temor a una operación de rescate sigue preocupando a los familiares

La posibilidad de una liberación de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt y sus compañeros secuestrados por la guerrilla de la FARC en las selvas del este de Colombia no disipa el temor de sus familiares a un rescate militar, opción que siempre baraja el Gobierno. El comentario hecho el jueves por la senadora Piedad Córdoba, de que las FARC pueden liberar a Betancourt y otros rehenes si el Gobierno excarcela a centenares de guerrilleros, supuso un alivio para quienes se oponen a operaciones de búsqueda como la efectuada recientemente por las autoridades. Muchos se preguntan si operaciones de ese tipo no serán como buscar una aguja en un pajar, sobre todo en el caso de la colombo-francesa Betancourt y los estadounidenses Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves, cautivos junto a un grupo de ocho colombianos en selvas de la cuenca amazónica. Los doce eran compañeros de John Frank Pinchao, el policía que el pasado 28 de abril huyó de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y llegó, después de 17 días de caminata, a Pacoa, remota aldea al sur de Mitú, ciudad en la que esta guerrilla lo había secuestrado el 1 de noviembre de 1998. La marcha de Pinchao transcurrió de forma paralela a una operación militar que fue planificada tan pronto los militares supieron de su fuga, en comunicaciones interceptadas a los rebeldes. «La información (...) era la más importante que habíamos tenido en dos años sobre un secuestrado que hubiese escapado», admitió ayer a la prensa en Bogotá el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León. Los informes del policía encaminaron a las tropas, acompañadas por investigadores estadounidenses y colombianos, al área en la que los rebeldes mantuvieron a este «selecto» grupo de cautivos. Padilla de León ha desmentido que la misión haya sido un rescate en la zona controlada, que es apenas un punto en los 54.135 kilómetros cuadrados de territorio que tiene el Vaupés, departamento por el que las FARC deambulan con los rehenes. Pero la del Vaupés equivale a una sexta parte del área total de la cuenca amazónica, que es de 315.000 kilómetros cuadrados