El 58% de los estadounidenses duda sobre la pena de muerte

El 58 por ciento de los estadounidenses es partidario de aplicar una moratoria en la aplicación de la pena de muerte hasta que se revisen los errores cometidos en su aplicación, según una encuesta divulgada ayer. El sondeo, del Centro de Información de la Pena de Muerte (CIPM), dice además que ha aumentado el número de ciudadanos que se niegan a participar en jurados que podrían aplicar el máximo castigo. La pena de muerte fue restablecida por el Tribunal Supremo en 1976 y desde ese año han sido ejecutados 1.079 asesinos convictos mediante la horca, la electrocución, la cámara de gas o una inyección, según cifras de CIPM. Aunque ha sido cuestionado por detractores de la pena de muerte por considerarlo cruel e inconstitucional, este último es el método que se aplica en los 38 de los 50 estados donde aún rige el castigo. Esos detractores, entre los que se incluyen organismos defensores de los derechos humanos nacionales e internacionales, afirman que la pena de muerte en Estados Unidos se aplica con criterios racistas y regionales. Como prueba, denuncian que el número de convictos negros ejecutados es mucho mayor que su proporción demográfica y que el castigo se les aplica principalmente en los estados del sur. También afirman que muchos condenados sin medios económicos para contar con una buena defensa legal han sido víctimas de abogados incompetentes designados de oficio por las autoridades. En estos momentos, en los corredores de la muerte de todo el país hay 3.350 convictos que esperan ejecución.