Fútbol, monarquía y cervezapara que los belgas sigan unidos

Yves Leterme, ganador de las elecciones belgas del pasado domingo, cree que las dos comunidades que componen el país, flamencos y valones, sólo comparten tres cosas: el rey, la selección nacional de fútbol y algunas marcas de cerveza. Leterme, jefe de filas de los democristianos flamencos y uno de los líderes políticos más jóvenes del país, escandalizó a sus compatriotas el verano pasado con una incendiaria entrevista en el diario francés Liberation, en la que además de ironizar sobre los valores comunes de los belgas exponía duras críticas a Valonia, e incluso dudaba de la «capacidad intelectual» de los francófonos para aprender el idioma de Flandes, una variante del holandés. Lo cierto es que en Bélgica son muchos más los flamencos que saben francés que los valones que dominan el flamenco -el propio Leterme, hijo de padre flamenco y madre valona, habla los dos idiomas oficiales, además de un perfecto inglés-. Pero sus ideas han polarizado como nunca a los belgas: según un sondeo del periódico francófono Le Soir, es el líder más valorado en Flandes, pero el que peor cae en Valonia. Aliado con los nacionalistas moderados del NV-A, este licenciado en Derecho y Ciencias Políticas de 47 años se ha cansado durante la campaña de pedir más autonomía para su región, la más rica y poblada, de la que ha sido presidente desde el 2004. Ahora tendrá que buscar aliados entre los valones para dar estabilidad al Gobierno federal, aunque eso, claro, le obligará a buscar más posturas comunes que el fútbol, la monarquía y la cerveza.