Diario de León

OPINIÓN Las estimaciones de voto dan a la derecha entre 383 y 470 escaños

Un auténtico caos palestino Sarzoky confía en una mayoría aplastante en la segunda ronda

Las legislativas galas llaman a votar a 37 millones de franceses en una jornada donde hay un claro ganador

Varios candidatos de la derecha francesa arropando al ministro Fillon en un acto de esta semana

Varios candidatos de la derecha francesa arropando al ministro Fillon en un acto de esta semana

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JAVIER FERNÁNDEZ ARRIBAS Fernando Iturribarría - parís
León

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LOS ISLAMISTAS han echado el cerrojo al millón y medio de palestinos que malviven desde siempre en una franja de 365 metros cuadrados conocida como Gaza y considerada desde siempre como la mayor cárcel del mundo. Los ciudadanos que vieron en el Movimiento Islámico de Liberación (Hamás) un futuro mejor porque se ocupaban de sus necesidades más perentorias y diarias, observan ahora que todo va a peor. El dinero que envía Irán y, en otro tiempo Arabia Saudí, ya no se dedica a la atención sanitaria, a las ollas comunes, a la asistencia de los discapacitados tras los enfrentamientos con Israel, a las familias de los presos o mártires terroristas suicidas o a una educación en el Islam más integrista. No, Hamás ha conseguido las armas que necesitaba para derrotar a Al Fatah en Gaza e imponer su ley islámica en lo que se presenta como un foco de más penuria y miseria en los próximos meses, y de enorme inestabilidad en la zona. Israel se encuentra en su frontera sur con una franja donde la voz cantante la llevan ahora grupos más que cercanos a Al Qaeda, con milicianos de uniforme negro, gatillo fácil de su Kalashnikov y que, al grito de

, han asesinado sin miramientos a otros palestinos considerados corruptos y colaboracionistas con los enemigos judíos. La comunidad internacional ha reaccionado tarde y su única preocupación consiste en hacer llegar dinero al presidente Mahmud Abbas para que pueda pagar las nóminas y mantener el poder en Cisjordania. Estados Unidos y la Unión Europea consideraron que las sanciones económicas y los cierres de los pasos fronterizos por parte de Israel, vitales para el comercio palestino, debilitarían a Hamás tras su triunfo electoral hace año y medio. Al final, Hamás y otros grupos más radicales han hecho saltar por los aires cualquier esperanza de creación de un estado palestino que pudiera convivir dignamente con un estado israelí seguro. ¿Alguien está pensando en una intervención militar, que Israel recupere el control que tenía antes de su retirada? De momento, el nuevo ministro de Defensa, es el laborista Ehud Barak, el militar más condecorado de Israel. El gobierno israelí del primer ministro, Ehud Olmert, se fortalece por lo que pueda pasar y tras haber aprendido la lección del fracaso del año pasado en Líbano contra Hezbollah. El problema es que todo esto se veía venir desde que Israel 'creó' Hamás para debilitar a Arafat. Unos 37 millones de franceses están convocados hoy en las urnas para elegir a 467 diputados en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, dominadas por la dinámica arrolladora del triunfo logrado hace mes y medio por el conservador Nicolas Sarkozy en las presidenciales. Los resultados de la ronda preliminar, celebrada hace siete días, auguran una mayoría aplastante de la derecha en un hemiciclo bicolor en el que sólo tendrán grupo parlamentario propio la UMP de Sarkozy y el Partido Socialista (PS). De los 577 escaños que forman la Asamblea Nacional, 110 fueron asignados hace una semana en totalidad a la derecha, con la única excepción de un socialista ganador en una zona obrera del Paso de Calais. Dos de los 467 asientos restantes ya tienen dueño asegurado, de etiquetas socialista y comunista, pues la izquierda se ha puesto de acuerdo para retirar al oponente peor colocado y dejarles concurrir en solitario. En el resto de la circunscripciones se producen, con escasas excepciones, duelos entre derecha e izquierda y sólo hay una competición a tres bandas gracias a la calificación de un centrista. La casi inexistencia de triangulares es consecuencia del efecto conjugado de la tasa de abstención récord (39,6%) registrada el domingo. Los malos resultados del Movimiento Demócrata (MoDem, centro independiente), de François Bayrou (7,6% de los votos) y el descalabro del Frente Nacional (FN, extrema derecha) de Jean Marie Le Pen (4,29%). Los ultraderechistas, causantes de 76 de las 79 'triangulares' habidas en 1997 y de 9 de las 10 de 2002, esta vez no han podido provocar ninguna. Como hace falta obtener por lo menos un 12,5% del censo para mantenerse en la segunda vuelta, la elevada abstención le has obligado a superar tasas del 21% del voto emitido para calificarse. Presentes en 37 circunscripciones en la segunda ronda de 2002, ahora se han tenido que contentar con el pase de Marine Le Pen, vicepresidenta del FN e hija de su líder, que parte con desventaja en un distrito del Paso de Calais frente al diputado socialista saliente (24,47% contra 28,24%). El MoDem de Bayrou aspiraba a capitalizar en las legislativas el 18,57% logrado por su líder en la primera vuelta de las presidenciales, extrapolación que le habría permitido mantenerse teóricamente en 469 circunscripciones. Pero con el 8% raspado finalmente obtenido sólo ha podido permanecer en siete, seis tras la retirada de uno de los candidatos. Aunque no ha dado consigna de voto, el líder centrista ha sugerido a sus partidarios votar a la izquierda al invitar a favorecer el pluralismo en una cámara amenazada por el desequilibrio. Este apoyo potencial puede resultar decisivo en 197 circunscripciones de desenlace incierto, de las que 85 se presentan muy reñidas. En 30 hay una diferencia máxima de dos puntos entre el candidato de la derecha y el de la izquierda mientras que en las otras 55 el margen oscila entre dos y cinco puntos. La política de relaciones estratégicas con el MoDem ha intensificado las divisiones en el seno del PS, fragilizado por la desmovilización de un electorado fatalista tras la apoteosis de Sarkozy en el Elíseo. La ejecutiva dirigida por François Hollande ha desaprobado la iniciativa unilateral de la ex-presidenciable y madre de sus cuatro hijos, Ségolène Royal, de contactar telefónicamente con Bayrou para llegar a acuerdos. En la omnipotente derecha, el interés está focalizado en la segunda circunscripción de Gironda donde Alain Juppé, número dos del Gobierno, se juega su futuro ministerial con escaso margen de maniobra frente a una socialista. Las ministras del Interior, Michèle Alliot Marie, de Sanidad, Roselyne Bachelot, y de Vivienda, Christine Boutin, están en situación favorable para sumarse a los siete colegas de Gabinete ya elegidos el domingo.
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