. Desde el anonimato de la capucha negra que sólo deja ver los ojos turbios de desafío y los dientes apretados cuando termina de escupir la amenaza, el cabecilla de un comando de combatientes de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa saborea en la plaza de Al Manara de Ramala, pleno centro de la ciudad, la venganza de que los suyos hayan asaltado en masa el Parlamento controlado por Hamás ubicado en la capital cisjordana. Y haber quemado dentro los archivos, los muebles, docenas de banderas verdes islamistas hasta hacer arder estancias enteras, que todavía humeaban a mediodía a través de los cristales rotos de las ventanas. Aunque fue imposible consumar el secuestro del vicepresidente de la Cámara, el islamista Hassan Khreishech, que impidieron los propios diputados de Al Fatah.
. La ola de venganza que se venía barruntando en los últimos días en Cisjordania estalló este sábado con el ataque orquestado de las milicias armadas de Al Fatah a instituciones y edificios dominados por Hamás, que incluyó el Ayuntamiento de Nablus, las oficinas del Gobierno en Hebrón. Donde una escuela islámica, el centro cultural, la televisión y la radio no se escaparon de la furia represora que las fuerzas leales al presidente Mahmud Abbás se quedaron con las ganas de descargar tras su expulsión de Gaza. La caza de brujas convertía en Ramala el Estado de Emergencia decretado dos días atrás por el rais en un estado de terror, que arrancaba en la franja la inmediata reacción de Hamás en forma de amenazas.
, advertía el portavoz de los islamistas, Abu Zuhri. Pero también de un violento contraataque al corazón del último símbolo de Al Fatah que quedaba por mancillar en Gaza. La casa del ex presidente Yasser Arafat, vacía desde que su dueño se marchara en 2001 a su confinamiento en la Muqata, que era destruída, pisoteada y desvalijada hasta los azulejos de las paredes. La escalada de desafíos y respuestas, ya con el insalvable diferido de tener dos escenarios geográficos, se sucedían a la vez que, en la intimidad de la sede de la Autoridad Nacional Palestina en Ramala, custodiada por docenas de vehículos de la Guardia Presidencial con sus efectivos vigilantes sin quitar el dedo de los gatillos, Abbás estudiaba la composición del nuevo Gobierno de Emergencia encabezado por el economista independiente Salam Fayad, que previsiblemente será anunciado a lo largo del domingo Un Gobierno que, según avanzó al rais el cónsul general de Estados Unidos en Jerusalén en una reunión mantenida en la capital Cisjordania, disfrutará del levantamiento
del boicot económico que ha asfixiado al extinto Ejecutivo de coalición con Hamás en aras a
. La formación del gabinete, que según fuentes de Al Fatah, contará con una docena de ministros elegidos de perfil tecnócrata, se retrasaba el sábado ante la incapacidad de sus responsables de encontrar disposición entre los numerosos candidatos que se han estado barajando, entre ellos responsables de los partidos minoritarios representados en el actual Parlamento palestino. La franja de Gaza, cuyo control pasó el viernes a manos del grupo islamista Hamás, es un enclave pobre, superpoblado y minado por la violencia, que representa menos de la mitad del territorio de un eventual futuro Estado palestino que incluiría también Cisjordania. Unos 1,5 millones de palestinos viven en este territorio exiguo de 362 km2, situado al borde del mar Mediterráneo, con una de las densidades de población más altas del mundo. La franja de Gaza tiene 11 kilómetros de frontera con Egipto (controlada por Israel) y 51 kilómetros de frontera con Israel, además de una salida al mar Mediterráneo de 40 kilómetros. Tiene escasez crónica de agua y apenas cuenta con industria. Gaza era una provincia de lo que se conocía como Palestina durante el mandato británico (1917-1948). Después de la guerra árabe-israelí de 1948 quedó bajo administración egipcia. En 1967 fue ocupada por Israel y quedó así hasta la firma de los acuerdos de Oslo en 1993 tras los que la Autoridad Palestina recibió un 80% de este territorio. Durante varias décadas, 8.000 colonos israelíes vivieron en la franja, bajo protección del ejército hebreo, antes de retirarse unilateralmente en verano de 2005. Principal base de Hamás, Gaza se convirtió en marzo de 2006 en la sede
del gobierno palestino dominado por el movimiento islamista, tras su rotunda victoria electoral de enero de ese año, mientras que la Autoridad Palestina está en Ramala (Cisjordania). En la franja hay ocho grandes campos de refugiados, además de decenas de asentamientos menores. En el mayor de ellos, Jabalia, viven más de 100.000 personas. Los palestinos pueden salir o entrar de la franja por dos puntos: Erez, en el norte, y Rafah, en el sur, en la frontera con Egipto, que está bajo control del ejército israelí, que patrulla por una zona llamada el Corredor de Filadelfia. Según la ONU, dos tercios de la población palestina de Gaza vive en la más absoluta pobreza. Según cifras palestinas, al menos el 45% de la población activa no tiene trabajo. Cada palestino que trabaja mantiene a un mínimo de siete personas y alrededor de 600.000 personas reciben ayuda humanitaria internacional. Las mismas fuentes afirman que más de 24.000 palestinos perdieron sus hogares en los últimos años como consecuencia de las destrucciones llevadas a cabo por el ejército israelí.