Al Qaida causa 75 muertos en Bagdad en el inicio de una ofensiva de EE.UU.

Un supuesto suicida de Al Qaida a bordo de un camión bomba mató ayer a 75 personas en el centro de Bagdad, el mismo día en que cerca de 10.000 soldados estadounidenses e iraquíes emprendieron una gran ofensiva contra la insurgencia vinculada a la red de Bin Laden en la provincia de Diyala. El atentado tuvo como blanco la plaza Jilani y dejó además 130 heridos. Fuentes policiales explicaron que el camión, de marca Mercedes, llevaba una tonelada de explosivos, y su estallido causó importantes daños en la mezquita chií del mismo nombre, sin que quede claro si era el objetivo del atentado. En el momento de la explosión la plaza se hallaba muy concurrida por ser hora punta y entre las víctimas se encuentran varias mujeres y niños. Los equipos de rescate buscaban ayer a supervivientes entre los escombros de los edificios que se han derrumbado como consecuencia de la enorme explosión, y no se descartaba que la cifra de víctimas crezca todavía más. La deflagración dejo unos quince vehículos incendiados y daños en varias tiendas de la zona. El atentado se produjo horas después de que se anunciase una gran ofensiva militar -una de las más importantes desde la invasión- contra la insurgencia apoyada por Al Qaida en Diyala, provincia situada entre Bagdad y la frontera con Irán. En esta zona controlada por Al Qaida se cree proceden los coches bomba que diariamente desangra la capital. «Los informes preliminares dicen que 22 terroristas presuntamente vinculados con Al Qaida murieron en las operaciones», según un comunicado del mando de EE.UU., que no especificó si hubo bajas en las fuerzas iraquí-estadounidenses. Según la nota, las tropas cuentan con el refuerzo de helicópteros de combate en las operaciones, que comenzaron al amanecer en Baquba . Muchos insurgentes de la provincia de mayoría suní de Anbar, en el oeste de Irak, se han trasladado a Diyala huyendo de la campaña lanzada por la coalición de jefes tribales de Anbar para acabar con los militantes de Al Qaida en su provincia. La ofensiva coincide con el despliegue de un nuevo contingente de soldados estadounidenses en Irak, que asciende a 28.000 efectivos, que se suman a los 150.000 que ya hay. Esta escalada sin precedentes de las operaciones militares coincide con algunos informes que apuntan que la Casa Blanca busca una gran victoria militar en Irak antes de iniciar la retirada de sus tropas del país árabe. según parece indicar sus movimientos.