Los radicales de la Mezquita Roja de Islamabad, han declarado la «yihad» al presidente pakistaní
El Ejército de Pakistán intenta sofocar la revuelta islamista contra Musharraf
Al menos once personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas en choques armados entre el Ejército y los radicales islámicos de la Mezquita Roja de Islamabad, que han declarado la «yihad» (guerra santa) contra el régimen de Pervez Musharraf. Los enfrentamientos tuvieron lugar en las inmediaciones de la propia Mezquita Roja, en pleno centro de la capital paquistaní, que permanecía acordonada por más de un millar de efectivos de las fuerzas de seguridad desde el pasado jueves. La violencia comenzó cuando varios estudiantes de la Jamia Hafsa, la escuela coránica adyacente a la mezquita, intentaron tomar como rehenes a miembros de las fuerzas de seguridad, a lo que los militares respondieron con gases lacrimógenos para dispersarlos, según una fuente de la Policía de Islamabad. Como resultado, perdieron el conocimiento medio centenar de alumnas islámicas que protestaban en las inmediaciones de la mezquita y ello provocó la ira de los integristas, que abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad de Pakistán, detalló la fuente. Mientras comenzaba el tiroteo, uno de los clérigos responsables de la mezquita, Abdul Rasheed Ghazi, instó a los estudiantes, a través de los altavoces del templo, a ponerse chalecos con explosivos y estar preparados para ataques suicidas en caso de un asalto del Ejército, según medios locales. Posteriormente se emitieron por los altavoces llamamientos dirigidos a los residentes de Islamabad para que ayudasen a los estudiantes, mientras en la zona se desataba una batalla entre ambas partes con palos, armas de fuego y gases lacrimógenos. Una fuente de la Policía de Islamabad afirmó a que entre los fallecidos en los disturbios hay al menos tres miembros de las fuerzas de seguridad, tres estudiantes islámicos, tres civiles que se encontraban en el lugar de los hechos, un periodista y un empresario. Los clérigos radicales a cargo de la Mezquita Roja, por su parte, denunciaron que al menos diez de sus estudiantes perdieron la vida por disparos de las fuerzas de seguridad, aunque esta cifra no ha sido confirmada por fuentes oficiales ni hospitalarias. En medio de los enfrentamientos, los alumnos islámicos prendieron fuego a las oficinas del Ministerio de Medioambiente y a una quincena de vehículos aparcados cerca del edificio. En el lugar del suceso se podía ver a estudiantes provistos de fusiles de asalto y con máscaras de gas atrincherados detrás de sacos de arena y contenedores de basura al grito de «¡yihad, yihad!», mientras desde furgones policiales les lanzaban gases lacrimógenos.