El jefe de los atrincherados es un clérigo radical que duerme con un Kalashnikov
Abdul Rashid Ghazi, el jefe de los atrincherados en la Mezquita Roja, pasó de ser un estudiante moderado a un líder radical, que duerme junto a un Kalashnikov. «Era un estudiante normal, moderado», recuerda Naim Qureshi, profesor en la Universidad Quaid e Azam de Islamabad, en la que Ghazi estudió Historia entre 1987 y 1988. Después de sus estudios universitarios, se casó con una mujer de clase media, desarrolló un modo de vida occidental y trabajó para el Ministerio de Educación y la Unesco. Su modo de vida le valió la ira de su padre, Abdulá Aziz, que dirigía la Mezquita Roja, y decidió dejar sus bienes a su otro hijo, Abdul Aziz. Personalidad que cambió En 1988, el padre de Ghazi fue asesinado dentro de la Mezquita Roja por un supuesto integrante de un movimiento islámico rival. La personalidad de Ghazi comenzó a cambiar: se unió a su hermano como clérigo del templo y se vinculó con la yihad antisoviética existente entonces como resistencia en Afganistán. En tiempos del 11-S ya no quedaban huellas del antiguo Ghazi. Mantenía vínculos estrechos con los militares pro talibanes e hizo campaña contra la decisión de Musharraf de apoyar a EE.UU. en su invasión de Afganistán. De acuerdo con colegas, Ghazi se salvó de un atentado que sufrió en el año 2004 y desde entonces que no abandona su Kalashnikov ni siquiera cuando duerme.