Peres cierra su larga carrera con la presidencia de Israel

El octogenario político israelí Simón Peres comenzó ayer la que es su última aventura política al jurar el cargo como jefe del Estado de Israel, en una ceremonia con la que se ha rendido homenaje a sus casi sesenta años de actividad política. «Mis ojos han visto a Israel en sus horas más difíciles y también en sus momentos de éxito y de mayor exaltación espiritual», afirmó ayer el nuevo presidente israelí en su largo discurso de investidura -siete páginas-. De 84 años, Peres comenzó su carrera en la década de los cuarenta de la mano del fundador del Estado judío, David Ben Gurión, y desde entonces ha pasado por toda la jerarquía política, hasta llegar a «su día más grande», según el titular de ayer del diario «Yediot Aharonot». La mayor parte de su carrera la hizo en las filas del Partido Laborista, pero, paradójicamente, ha sido desde el Kadima, fundado en 2005 por su otrora rival ideológico y luego aliado político Ariel Sharón, desde el que ha conseguido alcanzar la presidencia israelí. Peres, Premio Nobel de la Paz 1994 junto al asesinado primer ministro Isaac Rabin y el líder palestino Yaser Arafat, fue elegido el pasado 13 de junio por una amplia mayoría parlamentaria, de la que sólo se salieron los diputados de la derecha nacionalista que aún le consideran responsable de lo que denominan el «Desastre de Oslo», en alusión a las consecuencias del proceso de paz con los palestinos entre 1993 y 2000. En 2000, el octogenario político ya intentó alcanzar la presidencia, pero contra todo pronóstico se la arrebató el candidato nacionalista Moshé Katzav, hoy denostado por escándalos sexuales. Esa derrota afianzó el estigma de «eterno perdedor» de Peres, que a pesar de haber sido tres veces primer ministro nunca consiguió ganar unas elecciones. La primera vez fue en 1976, cuando sustituyó a Isaac Rabin después de un escándalo político que le obligó a dimitir. La segunda en 1984 cuando siendo dirigente del Partido Laborista obtuvo un empate técnico con el Likud, y se alternó en la jefatura del Gobierno israelí con Isaac Shamir. Y la tercera fue en 1995 tras la muerte de Rabin, asesinado por un ultraderechista judío por firmar la histórica Declaración de Principios con Yaser Arafat. Por ese acuerdo, rechazado por casi la mitad de la población israelí, Peres y Rabin fueron galardonados, junto al líder palestino, el Premio Nobel de la Paz, así como el Príncipe de Asturias.