Los batallones de la Yihad Islámica aceptarían una oferta de amnistía de Israel

Los batallones de Al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, aceptaron ayer la posibilidad de deponer sus armas y sumarse a los cuerpos de seguridad de la ANP, si Israel les hiciera extensiva la oferta de «amnistía» que ha hecho a 178 miembros de las Brigadas de los Mártires de Al-Aksa. Fuentes de la presidencia palestina dijeron que representantes de los Batallones Al-Quds escribieron al presidente Mahmud Abás para comunicarle que han decidido sumarse a la iniciativa de deponer las armas si se les ofrece integrarse en las fuerzas de seguridad de la ANP. La otra condición es que Israel deje de perseguirlos, una garantía que por el momento no ha salido del gobierno que preside el primer ministro israelí, Ehud Olmert. Ayer, representantes de la Yihad habían descartado cualquier posibilidad de entrar en el trato con Israel. En una medida para apuntalar el régimen de Abás, Israel ha mostrado su disposición a «amnistiar» a 178 miembros de las Brigadas de los Mártires de Al-Aksa, la milicia afiliada a Al-Fatah, siempre y cuando no vuelvan a atacar blancos israelíes. El líder de las Brigadas en Jenín, Zakaria Zubeidi, anunció ayer que su milicia había aceptado el trato, pero subrayó que lo hizo en cumplimiento de órdenes de la Presidencia y no por «rendición a dictados israelíes». «No esperamos una amnistía de las fuerzas de ocupación y no recibimos nuestras órdenes de Israel, las recibimos del liderazgo encabezado por el presidente (y líder de Al Fatah) Mahmud Abás», declaró Zubeidi a la prensa tras salir de la clandestinidad. Zubeidi se encuentra en la lista de milicianos que Israel dejará de perseguir a cambio de que suspendan toda actividad terrorista, abandonen las armas y reconozcan y se integren en las fuerzas de seguridad palestinas de Cisjordania. En un principio, la parte palestina había propuesto 206 nombres, pero hay 28 milicianos a los que Israel se resiste a «amnistiar» porque han cometido delitos de sangre.