La compañía dice que, según el fabricante, el defecto en la turbina no era un riesgo
La TAM sabía que el avión de Sao Paulo tenía problemas mecánicos Antecedente en octubre de 1999
La lluvia, el mal estado de la pista y el fallo en el aparato son las causas aparentes del suceso
La empresa comunicó que el viernes pasado se informó del problema, pero el avión siguió operando
El Airbus A320 de la aerolínea TAM que se estrelló el martes en Sao Paulo y causó cerca de 200 muertos tenía un problema técnico en un reversor de una turbina, admitieron ayer ejecutivos de la empresa. El vicepresidente técnico de TAM, Ruy Amparo, dijo al canal de televisión Rede Globo que el viernes pasado se informó del problema, pero el avión siguió operando porque el manual del fabricante Airbus establece que un defecto de ese tipo no tiene riesgos en un período de 10 días. «Según los manuales eso no tiene ningún problema», afirmó Amparo en una entrevista en directo en el noticiario estelar del más importante canal de televisión de Brasil. El viernes hubo un informe de mal funcionamiento de uno de los reversores, un dispositivo que actúa en las turbinas para ayudar a frenar a los aviones tras los aterrizajes. La aeronave «pasó a volar sin el reversor derecho», indicó Amparo, y agregó que «por los manuales no hay ningún problema, excepto en pistas muy contaminadas», es decir, afectadas por lluvias muy fuertes, donde el ejecutivo dijo que «ese no era el caso» en el aeropuerto de Congonhas la noche del martes, cuando el avión de TAM chocó contra un edificio junto a la terminal en el momento en que intentaba aterrizar. La niebla impide el aterrizaje Al menos 17 pilotos alegaron que había niebla para negarse ayer a aterrizar en el aeropuerto Congonhas, de Sao Paulo. Durante tres horas y media, por causa de la baja visibilidad debido a la niebla, los controladores de Congonhas dejaron a juicio de los pilotos la opción de aterrizar o no. Ninguno de los pilotos preguntados aceptó aterrizar en la pista de esta terminal y prefirieron dirigirse a otros aeropuertos. En medio del debate por la viabilidad, el presidente de Infraero, general José Carlos Pereira, descartó el cierre del aeropuerto. Tres días después del accidente, los equipos de rescate continúan buscando víctimas entre los escombros, donde ya han sido confirmadas 190 muertes. En octubre de 1999, un Fokker-100 de la misma aerolínea mató a 99 personas en Congonhas al despegar. El reversor derecho se abrió mientras la aeronave iniciaba la maniobras, y provocó que el avión se cayera.