La Policía exime «por ahora» de sospechas a los padres de Madeleine Dos atentados en Irak dejan 40 muertos y 110 heridos

La policía judicial lusa reiteró ayer que los padres de la pequeña Madeleine McCann, desaparecida el 3 de mayo en Praia da Luz, en el sur de Portugal, no son sospechosos en esta fase de la investigación. «Ya lo hemos dicho, reafirmado, y lo repito. Por ahora los padres no son sospechosos», declaró Olegario Sousa, portavoz de la policía judicial portuguesa, a la cadena de televisión lusa Sic. El sábado Sousa había reconocido oficialmente por primera vez que se barajaba la hipótesis de que la niña estuviera muerta. Y la semana pasada una fuente próxima a la investigación señaló que los investigadores empezaban a considerar la posibilidad de que la pequeña hubiera sido asesinada o muerta accidentalmente. «La posible muerte de la niña es, en efecto, la hipótesis principal actualmente. Sin embargo, no se han descartado las otras tesis», dijo Sousa. Un laboratorio científico británico analiza actualmente estas muestras y los resultados deberían conocerse a finales de esta semana. Al menos treinta personas murieron ayer y 70 resultaron heridas por la explosión de cuatro vehículos cargados de explosivos en varias poblaciones al oeste de Mosul, donde la mayoría de la población pertenece a la secta yazidí, según fuentes policiales. Las fuentes indicaron que los cuatro vehículos estaban conducidos por suicidas y que uno de ellos era un camión de gran tonelaje. El atentado más sangriento, que acabó con la vida de 20 personas y dejó a más de 30 heridas, tuvo lugar en la localidad de Al Beag, a 120 kilómetros al suroeste de Mosul, situado a 400 kilómetros al norte de Bagdad. Otras diez personas murieron en una segunda explosión en el complejo residencial de Al Yazira, cerca de la ciudad de Sinyar, a 70 kilómetros al oeste de Mosul. En este atentado, al menos cuarenta personas sufrieron heridas de diversa consideración, según las fuentes.