La política de reformas emprendida por el rey Mohamed VI de Marruecos, desde su llegada al trono en 1999, debería seguir su curso tras las legislativas del 7 de septiembre que los islamistas afirman poder ganar. La elección de los 325 miembros de la Cámara de representantes se llevará a cabo por sufragio directo proporcional. Treinta escaños están reservados a las mujeres.
, afirmó el secretario general del Partido Justicia y Desarrollo (PJD, islamista moderado) Saad Eddin Othamani, basándose en los sondeos oficiales. En 2002, el PDJ había obtenido 42 escaños, pero no participa en la actual coalición gubernamental, dirigida por Driss Jettou y formada por los dos principales partidos, la Unión Socialista de las Fuerzas Populares (USFP) y el partido nacionalista Istiqlal. De llegar en cabeza de los 33 partidos en liza, el PJD deberá establecer alianzas para poder participar en el gobierno, dado que el sistema proporcional no permite a ningún partido obtener la mayoría absoluta. Por otra parte, la designación del primer ministro es competencia exclusiva del rey que podría elegir para el puesto a un miembro de la mayoría o, como en 2002, a una personalidad apolítica. Ninguno de los partidos en liza pone en entredicho la monarquía, que concentra los poderes esenciales. Sin embargo, varias formaciones de izquierda y centro piden una reforma constitucional. Tres partidos de extrema izquierda, agrupados en una alianza, pusieron el tema de la reforma en el corazón de su programa político.