Un millar de personas se reunieron cinco horas para conmemorar la tragedia en la Zona Cero
Las rencillas políticas quiebran el espíritu del 11-S en su aniversario
Giuliani es acusado de rentabilizar su presencia en los actos para dinamizar su carrera presidencial
Volvía a ser martes, como aquél 11 de septiembre de 2001 en que dos aviones sembraron de horror un día soleado y cristalino del que los americanos han hecho patria. Pero este martes, un cielo ennegrecido descargó lluvias torrenciales sobre el millar de personas que se reunieron de pie durante casi cinco horas para conmemorar la tragedia, divididas por las rencillas políticas y las diferencias con la ciudad. Iba a ser un año más, pero lo único que sonó igual fueron los nombres de quienes perdieron de cuajo sus vidas. Y hasta en eso hubo diferencias, porque se oyó también el de Felicia Dunn-Jones, la víctima 2.750 que muriese cinco meses después a consecuencia de la nube de polvo que la engulló. El alcalde de América volvía a estar allí, ante las cámaras, pero Rudy Giuliani ya no es para muchos el héroe que vieron ese día tomando el control, sino el hombre mezquino que se empeñó en construir el centro de emergencias en el único edificio que ya había sido objetivo terrorista. Como consecuencia, mientras Giuliani y su equipo vagaban ese día por las calles, tras evacuar las oficinas del World Trade Center, 343 bomberos quedaron enterrados para siempre entre los escombros, ante la ausencia de coordinación que pudo salvar sus vidas. Eso explica el resentimiento con que muchas familias vieron la presencia de Giuliani sobre el podium. «Está haciendo la carrera presidencial a la chepa de mi hijo muerto», declaró con acritud Jim Riches, que aquél 11-S perdiese a su hijo Jimmy, de 29 años. Y es que Giuliani ya no se conforma con ser el alcalde de América , sino que quiere ser presidente de EE.UU. por el partido republicano, cuando en noviembre de 2008 haya que suceder a George W. Bush. Las encuestas revelan que es la popularidad que alcanzó ese día en un país asustado con un presidente ausente lo que le han convertido en el favorito del partido. Un 51%, según Gallup, considera también que esa experiencia le ha preparado mejor que a ningún otro candidato para afrontar el problema del terrorismo. Carrera presidencial No por mucha controversia desaprovechó la pantalla que ofrecía el sexto aniversario. «Yo estaba allí cuando ocurrió y he estado allí todos los años. Sería extremadamente inusual si no fuera», dijo durante un meeting político en Florida la semana pasada. Este año no leyó poemas, sino que recordó la «fortaleza incondicional» de su pueblo. Otra aspirante a la Casa Blanca le observaba silenciosamente desde la tribuna de honor, la senadora por Nueva York Hillary Clinton, que como en años anteriores no había sido invitada a hablar. Pero la tribuna no estaba en la Zona Cero, como todos los años, sino en la flamante plaza de Zuccotti Park, a pocos metros, suficientes para levantar airadas protestas de quienes contaban con pisar el polvo donde aún se mezclan las cenizas de 1.145 víctimas de las que nunca se halló ni un solo hueso. El alcalde Michael Bloomberg accedió finalmente a permitir un limitado paseo al centro de la Zona Cero, cerrada a cal y canto por la reconstrucción.