Colombia entierra entre grandes muestras de dolor a sus 11 diputados
El vicepresidente colombiano, Francisco Santos, dijo que «Colombia está de luto», e instó a acompañar a las familias de los once ex diputados regionales que murieron en junio en poder de la guerrilla de las FARC tras 5 años de secuestro. «Hoy es un día en el que todos tenemos que estar con los familiares de los diputados, rodearlos con nuestras oraciones. Hoy termina una etapa dolorosísima y empieza algo que dura toda la vida», declaró Santos a periodistas. Santos acudió a la misma oficiada por el arzobispo de Cali, Juan Francisco Sarasty, en la Catedral de San Francisco de Cali, a la que también asistieron, entre otros, el ministro de Justicia e Interior, Carlos Holguín, y el Defensor de Pueblo, Vólmar Pérez. El vicepresidente subrayó que «Colombia está de luto» y dijo que había viajado a Cali, capital de Valle del Cauca, para «acompañar a las familias en este dolor tan terrible». Monseñor Sarasty señaló en la homilía que «Colombia no pude seguir siendo escenario de dolor y de muerte», e instó a buscar con afán la reconciliación nacional. Los féretros de dos de los diputados, Juan Carlos Narváez y Francisco Javier Giraldo, y sus familiares estaban en la iglesia de San Francisco. Los cuerpos de los demás legisladores regionales fueron trasladados desde la cámara ardiente a la sede de la Asamblea Departamental a la que pertenecieron, o directamente desde el Instituto de Medicina Legal (forense) a varios municipios del Valle del Cauca de donde eran oriundos y donde recibirán sepultura. En los alrededores del templo cientos de personas se agolparon para dar su último adiós a los ex diputados. La totalidad de los cadáveres de los políticos fueron entregados en la noche del martes a sus familiares por el Instituto de Medicina Legal tras las tareas de identificación y los análisis de los forenses. Siete de los cuerpos de los ex diputados que murieron en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el 18 de junio pasado serán trasladados a Cartago, Tuluá, Palmira y Caicedonia, municipios del Valle del Cauca. Las FARC aseguraron en un comunicado el pasado 28 de junio que los políticos murieron en un >fuego cruzado con un >grupo armado sin identificar, pero el Gobierno del presidente Álvaro Uribe acusa a los rebeldes de asesinato.