Kostunica descarta usar la fuerza ante la independencia de Kosovo Putin sorprende a los rusos y opta por destituir a su Primer Ministro, Mijail Fradkov

El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, trató ayer de alejar los temores sobre un posible uso de la fuerza contra Kosovo en caso de secesión, y afirmó que el Consejo de Seguridad de la ONU es «el único escenario» donde debe resolverse el futuro estatus de la provincia de mayoría albanesa. «Serbia no está amenazando a nadie, sino que está recibiendo amenazas contra su integridad» con «consecuencias más que peligrosas para la paz y la estabilidad de los Balcanes», advirtió Kostunica, de visita hoy en Bruselas, tras reunirse con el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana. Para el líder serbio, cualquier solución para el estatuto de la provincia secesionista que no pase por el Consejo de Seguridad (donde sus aliados rusos frenarían las aspiraciones kosovares), supondría «una violación de la ley internacional». Kostunica hizo una «clara advertencia a la UE y a la comunidad internacional» de que se debe evitar la declaración unilateral de independencia de Kosovo en caso de que fracasen las negociaciones auspiciadas por la troika especial de la UE, EEUU y Rusia, formada para presentar una solución el 10 de diciembre al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon. El primer ministro dijo mantener una postura «constructiva» ante las próximas citas en la agenda del grupo especial: un encuentro en Londres los días 18 y 19 entre la troika y las partes, por separado, y otro en Nueva York el 27 y 28 que supondrá el primer «cara a cara» entre los negociadores serbios y kosovares durante esta fase. En el intento de encontrar una salida satisfactoria para ambas partes, Solana recomendó que la minoría serbia que vive en Kosovo participe en las elecciones parlamentarias y locales convocadas el 17 de noviembre en esa provincia. Como una colonia Así se lo sugirió a Kostunica durante el encuentro de algo más de media hora que ambos mantuvieron, ya que el gobierno de Belgrado ha pedido que no se acuda a las urnas. Por otra parte, el presidente kosovar, Fatmir Sejdiu, denunció que Belgrado insiste «en las ideas y soluciones superadas» que tienen como denominador común mantener Kosovo «como una colonia». «Para nosotros, es importante que se conciba que se han agotado todas las posibilidades (de negociar con Serbia)», declaró Sejdiu, según recogen los medios. El mes pasado, comenzó un nuevo ciclo de cuatro meses de negociaciones entre Belgrado y Pristina sobre el futuro de Kosovo, bajo mediación de la «troika» de EEUU, la Unión Europea (UE) y Rusia. El presidente kosovar aludió a esas nuevas conversaciones como «actividades adicionales» que «son parte de nuestra determinación. La naturaleza del sistema de poder en Rusia demuestra una y otra vez que de poco sirven las cábalas a la hora de vaticinar acontecimientos. De forma absolutamente inesperada, el presidente Vladímir Putin acabó este miércoles de un plumazo con el Gobierno de Mijaíl Fradkov, considerado un «administrador eficaz», y ha propuesto para encabezar uno nuevo a Víctor Zubkov, un personaje completamente desconocido para el ruso de a pie. Se da la circunstancia de que no es descartable que sea precisamente Zubkov, que cumplirá 66 años el próximo sábado, quien suceda a Putin al frente del Kremlin. El propio Putin no cesaba de alabar la labor del Ejecutivo capitaneado por Fradkov, asegurando que ha conseguido frenar la inflación, aumentar el caudal de inversiones, elevar los ingresos de la población e incluso detener el declive demográfico del país. . Putin no quería nadie a su alrededor que le pudiera hacer la más mínima sombra. Fradkov fue nombrado en sustitución de Mijaíl Kasiánov, un político con más carisma. Salta a la vista que el cambio hecho tiene una explicación distinta, aunque no hay unanimidad entre los analistas a la hora de descifrarla. Los sondeos auguran una victoria aplastante de Rusia Unida, el partido del Kremlin, en los comicios legislativos del próximo 2 de diciembre. Aunque el presidente ruso habló de «ciertos Errores» del recién destituido Gobierno, no ha habido ninguno garrafal, al menos en comparación con los gabinetes precedentes.