Villepin ataca a Sarkozy al defenderse por el escándalo Clearstream
El ex primer ministro francés Dominique de Villepin clamó este jueves su inocencia ante los jueces instructores del caso Clearstream, escandálo en el que atribuye un papel ambiguo a Nicolas Sarkozy, jefe del Estado y declarado rival interno. El ex mandatario conservador pasó al contraataque, con el Elíseo como diana de sus insinuaciones, con motivo de su primer interrogatorio en calidad de imputado en la conspiración orquestada hace tres años contra numerosas personalidades políticas, industriales y empresariales, incluido el entonces ministro y hoy presidente. Antes de entrar en el gabinete de los jueces, donde permaneció más de ocho horas, Villepin adelantó que les iba exponer su convicción de que el escándalo no es político sino industrial. Su tesis, desarrollada en un informe de 80 páginas entregado a los magistrados, enmarca el caso en las rivalidades en el seno del consorcio aeronáutico europeo EADS y de la industria francesa del armamento. A su juicio el nombre de Sarkozy fue incluido en las listas manipuladas de beneficiarios de sobornos debido a sus funciones como ministro de Economía, Industria y Presupuesto así como su amistad personal con el presidente del grupo Lagardère. El actual jefe del Estado aparecía en los falsos listados de supuestos titulares de cuentas bancarias en el extranjero gestionadas por la agencia luxemburguesa Clearstream y alimentadas con comisiones por la venta en 1991 de fragatas militares a Taiwan. Villepin no sólo volvió a negar que estuviera detrás del complot urdido contra quien iba a dinamitar sus esperanzas de suceder a Jacques Chirac en el Elíseo. Esta vez sugirió que Sarkozy no ha dicho toda la verdad sobre lo que conoce del asunto y le acusó de haber privatizado a su favor un caso en el que está personado como acusación particular. «La serenidad y la independencia de la justicia ¿son posibles cuando se sabe que el presidente de la República es LA parte civil, que tiene autoridad sobre el Ministerio de Justicia y tiene la capacidad en todo momento de dar instrucciones en un sumario que le concierne personalmente?», se pregunta el documento de autodefensa. «¿No es de hecho juez y parte, algo sorprendente para cualquiera en este Estado de derecho?», insiste. Guerra de sucesión El dirigente que perdió la guerra de sucesión en el bando conservador llega a plantear que «si yo tenía interés en perjudicar a Nicolas Sarkozy, ¿no se puede imaginar que Sarkozy tuviera interés en perjudicarme?». «Se puede constatar la fuerza con la que Nicolas Sarkozy se ha presentado como víctima e incluso única víctima de este dossier» añade antes de asegurar que, en el plano jurídico, nada permite designarle como el «objetivo privilegiado» de la conspiración.