| Perfil | Pervez Musharraf |
La estrategia militar al servicio de la batalla política
El general paquistaní es el segundo hijo de una familia musulmana de clase media que ingresó en el Ejército con 18 años hasta que en octubre de 1998 fue nombrado comandante en jefe
Pese al orgullo que manifiesta por su carrera militar, el general paquistaní Pervez Musharraf ha demostrado ser mejor estratega en la batalla política y se dispone a colgar el uniforme que atesora como una «segunda piel» para permanecer cinco años más como presidente del país. En los meses que siguieron a su ascensión a la jefatura del Ejército hace ahora ocho años, Musharraf protagonizó el fiasco de Kargil, que a punto estuvo de desatar otra guerra con la India, y un golpe de Estado incruento que tumbó el Gobierno de Nawaz Sharif. Su madre dijo una vez que la razón de su ingreso en la academia militar fue que el joven Pervez era mal estudiante y su padre decidió que sólo haría carrera en el Ejército. Nacido el 11 de agosto de 1943 en Nueva Delhi, Pervez era el segundo hijo de una familia musulmana de clase media que, cuatro años después, se subió a un tren para emprender una nueva vida en el recién nacido Estado de Pakistán, fruto de la partición de la India. La familia se asentó brevemente en Karachi, entonces la capital, antes de partir hacia Turquía para una estancia de siete años gracias al puesto diplomático obtenido por el padre. Fue en Ankara donde el adolescente Pervez desarrolló su pasión por los deportes y los perros, además de su admiración por el padre de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Ataturk, al que en ocasiones ha citado como inspiración. Con 18 años, Musharraf entró en el Ejército, en cuyas filas ascendió lentamente hasta su nombramiento, el 13 de octubre de 1998, como comandante en jefe por parte del entonces primer ministro y hoy su enconado enemigo, Nawaz Sharif. En mayo de 1999, soldados paquistaníes hicieron una incursión en Kargil (Cachemira). El general repudia a Sharif por haber aceptado una «retirada incondicional» ante el presidente de EE.UU. Bill Clinton y se declara «avergonzado» de que la cúpula política paquistaní insinuara que lo de Kargil había sido una «debacle». Musharraf no se recuperó fácilmente de aquella vergüenza, pero se tomó la revancha poco más tarde, el 12 de octubre de 1999, cuando Sharif lo destituyó aprovechando que estaba de viaje en Sri Lanka. En pocas horas, Sharif fue apartado del poder y Musharraf asumió el mando del Ejecutivo. No fue hasta el 20 de junio de 2001 cuando Musharraf se proclamó presidente, un puesto que ratificó y prorrogó en un controvertido referéndum el 30 de abril de 2002. Sólo entonces permitió Musharraf elecciones para formar un nuevo Parlamento, el mismo que hoy vota si le otorga un segundo mandato. Para entonces, ya estaban en el exilio los dos principales líderes de la oposición, Benazir Bhutto y Sharif, a los que Musharraf quiere atraer ahora a un proceso de «reconciliación nacional». Sin perder el favor de China, Musharraf se ha convertido en un «aliado estratégico» de EE.UU. en su «guerra contra el terror».