Un solo voto decidirá la consulta sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los EE.UU.
La respuesta de los costarricenses hará vinculante el referéndum
Los norteamericanos amenazan con que de no salir aprobado no será de nuevo renegociado
El alto grado de participación en el referendo que celebró en Costa Rica para votar Sí o No a un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU hace prever que superará el 40 por ciento necesario para que el resultado sea vinculante. La ausencia de incidentes y la más absoluta calma, además de un participación masiva, caracterizaron las primeras horas de esta contienda electoral, que se puede ganar o perder por un solo voto de diferencia. Tanto los defensores del Sí como los del No manifestaron su conformidad y satisfacción con el transcurso de la jornada y se mostraron convencidos de que obtendrán la victoria. Este referendo, el primero de la historia de Costa Rica, se desarrolla con la única sombra de las amenazas que en la víspera emitió el gobierno de EEUU en caso de una victoria del No. «Si el acuerdo de libre comercio es rechazado, EEUU no renegociará el pacto firmado con el Gobierno de Costa Rica, al ser parte de un acuerdo con un amplio grupo de países centroamericanos», dijo la Casa Blanca en un comunicado. «Estados Unidos nunca ha tenido antes que afrontar a la pregunta sobre si extender o no las preferencias comerciales a un país que ha rechazado un acuerdo de comercio recíproco», añadió el comunicado sobre el régimen preferencial de que goza Costa Rica y que expira en septiembre de 2008. El presidente costarricense, Oscar Arias, que defiende la aprobación del TLC, ejerció su derecho al sufragio al mediodía en la escuela San Abrias del barrio Pavas, en el oeste de San José, sin hacer declaraciones. Arias se vio obligado a afrontar este referendo tras agotarse todos los esfuerzos, en medio de una intrincada normativa parlamentaria, para que el Congreso de la República cumpliera con el trámite de ratificarlo o rechazarlo. Costa Rica y el resto de países centroamericanos (Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua) además de República Dominicana suscribieron en 2004 un TLC con Estados Unidos que posteriormente debía ser ratificado por los respectivos Congresos o Parlamentos. Actualmente, ese tratado está vigente en todos los países mencionados, excepto en Costa Rica, donde la consulta popular ha sustituido al trámite de ratificación parlamentaria. Panamá, país centroamericano que no ejerce como tal a efectos de convenios internacionales, suscribió un TLC con Washington, que está a la espera de que lo ratifique el Congreso estadounidense. Los defensores del «No» alegan, en síntesis, que ese tratado fue diseñado a la medida del resto de países de Centroamérica sin tener en encuentra la peculiaridades de Costa Rica, que es el país con más alto índice de desarrollo humano de la región. «Los países centroamericanos deben parecerse a Costa Rica, y no nosotros a ellos», dicen y recuerdan que «son más los norteamericanos que vienen a nuestro país que los costarricenses que van a Estados Unidos». Además, recuerdan que el TLC firmado entre México y EEUU no ha beneficiado a ese primer país y después de varios años en vigencia «el único resultado ha sido el muro que ha decidido Washington construir