Turcos y armenios, historia y política

NI PUESTOS de acuerdo habría sido peor la fecha escogida por un comité del legislativo estadounidense para aprobar una resolución que reconoce como genocidio las matanzas de armenios en suelo turco en 1915-16. La decisión del comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados aprobó por 27 a 21 tal resolución pese a las peticiones de la Casa Blanca y las advertencias explícitas del gobierno turco, que se estima lesionado en su reputación, tilda de falsa la versión y sugiere represalias políticas y diplomáticas contra Washington (como las ejecutó contra Francia cuando allí votaron hace años algo semejante). Se trata en realidad, como en Francia en su día, de un triunfo de las poblaciones de origen armenio que han batallado durante años por obtener el reconocimiento de genocidio. El daño que eventualmente se podrá hacer a la crítica relación turco-norteamericana es muy grande, pero tal vez se quedará en poco más que la cólera oficial y popular (la prensa turca estaba ayer desatada) si, como se espera, difícilmente llegará a un pleno de la cámara baja y menos aún al Senado, entre otros cosas por falta material de tiempo en esta fase final de la legislatura. Con todo, los turcos apenas verán razones para inhibirse en lo que les preocupa más urgentemente: la posibilidad de lanzar una gran operación militar contra los separatistas kurdos del PKK en suelo iraquí, donde tienen bases de retaguardia contra las que el gobierno iraquí, con autoridad meramente nominal allí, no hace nada porque no puede, y el gobierno kurdo autónomo porque no quiere Washington está presionando en Ankara para que no haga tal cosa, que complicaría mucho la situación iraquí en su conjunto y pondría a la Casa Blanca en el dilema indeseable de escoger entre lo malo y lo peor. Turquía podría hacer verdaderos estragos si, por ejemplo, vetara el envío de pertrechos militares americanos a Iraq y/o Afganistán o entrara en el Kurdistán iraquí para quedarse una temporada o si cerrara la gran base aérea de EE.UU. en Incirlik. Nada de eso sucederá, probablemente, pero el gobierno Erdogan ha pedido al parlamento el preceptivo permiso para enviar tropas al extranjero.