Rice denuncia la excesiva concentración de poder en manos de Putin

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, de visita oficial en Moscú desde el viernes, se reunió ayer con un grupo de defensores rusos de los derechos humanos, ante quienes admitió que el presidente Vladímir Putin «concentra demasiado poder» en sus manos. Rice escucho de ellos todo tipo de quejas sobre la involución democrática que padece Rusia. «Hay dudas sobre la independencia de la Justicia rusa y de los medios de comunicación así como también sobre el papel de la Duma», la Cámara Baja del Parlamento ruso, declaró Rice a los ocho asistentes congregados en la residencia del embajador americano en la capital rusa. Según los propios participantes, durante el encuentro se habló de la falta de libertad de palabra, de la debilidad de las instituciones democráticas rusas, de los abusos que habitualmente se cometen contra la población civil en las repúblicas del Cáucaso Norte y de otros muchos atentados contra los derechos y las libertades. Liudmila Alexéyeva, disidente en la época soviética y responsable del Grupo Helsinki de Moscú, dijo que «lamentablemente, el objetivo tras los errores cometidos en los años 90, cuando, pese a todo, había una orientación democrática clara, era establecer un régimen autoritario». Según Alexéyeva, aquella tarea fue llevada a cabo por Putin con un éxito total. La antigua disidente añadió que «las elecciones se han convertido en una farsa». Por su parte, Vladímir Lukin, el Defensor del Pueblo ruso, explicó que Rusia y otros países de la desaparecida URSS «padecen el síndrome soviético».