Se desata el pánico en Gaza ante las primeras restricciones de combustible
La voz de alarma dada por la mañana por el jefe del Departamento de Hidrocarburos de la Autoridad Palestina anunciando que Israel había comenzado ayer el recorte de suministro de gasolina corrió como la pólvora por las calles de Gaza. Y con ella, el primer arranque de pánico entre la población, que se precipitó el domingo a hacer cola en las estaciones de servicio para llenar los depósitos de los coches y hacerse, a toda costa, con cuantas garrafas podían pagar para estar preparados ante la que se avecina. «Nos están contando que hay reservas para cuatro días, -explicaba angustiado en conversación telefónica Ahmed Abu Shaid, taxista en la capital de la franja y padre de dos hijos-, pero entonces ya será tarde...» «¿Yo, cómo voy a trabajar?», se preguntaba, « ¿cómo vamos a hacer funcionar el generador? Tengo niños, si nos quedamos sin mi sueldo y sin luz, acabaremos yéndonos a vivir al hospital». El inicio de las restricciones en los suministros básicos aprobadas el jueves por el ministro de Defensa, Ehud Barak, en represalia por el lanzamiento desde Gaza de cohetes Kassam a suelo hebreo era confirmado por el lado palestino, pero también por las autoridades hebreas. «Las medidas comenzaron a ser aplicadas ayer, -aseguraba el jefe del Servicio Palestino de Petróleo, Mujadin Salame-, hemos pedido a la compañía proveedora la cantidad diaria habitual, y se nos ha informado de que nos iban a enviar un 40 por ciento menos de gasoil y gasolina, y un 12 por ciento menos de fuel debido a las sanciones decididas por el Gobierno israelí». Desde la empresa energética hebrea Dor Alon, la que abastece a la franja de carburantes, ratificaban que esas eran las órdenes emitidas por el Defensa. Y que estaban actuando en consecuencia. Confusión La confusión sobre la autenticidad del comienzo de las restricciones -que, según fuentes independientes, podría ser sólo un anuncio prematuro de la Autoridad Palestina para hacer estallar la protesta internacional- era puesta en entredicho por los continuos desmentidos del Ministerio de Barak. Que negó durante buena parte del día haber dado luz verde a los recortes hasta que, por la tarde, el diario israelí Haaretz daba cuenta de un comunicado en el que el departamento admitía que ha cerrado el cruce de Sufa a través del que se transporta el combustible de Israel a la franja de Gaza.