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El organismo nuclear hará público su informe final el 22 de noviembre OPINIÓN

Teherán califica de «positivas» las negociaciones con el OIEA La extraña visita¿Que busca cerrar Lavrov enIrán?

Tras dos rondas de contactos ambas delegaciones tienen previsto concluir hoy las conversaciones

RAHEB HOMABANDI

Publicado por
ENRIQUE VÁZQUEZ - agencias | teherán
León

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Irán calificó de «positivas» las negociaciones que representantes iraníes y del OIEA mantienen desde el lunes en Teherán sobre las centrifugadoras P1 y P2 para el enriquecimiento de uranio. Según la agencia iraní de noticias, IRNA, esta postura la expresó en una reunión del Parlamento el asesor del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional (CSSN) iraní, Yavad Vaidi. Las delegaciones de Irán y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), encabezadas por Vaidi y el subdirector de esa organización, Olli Heinonen, celebraron dos reuniones más en Teherán y tienen previsto concluir hoy, miércoles, sus conversaciones, según fuentes oficiales. «Vaidi ha dicho que el proceso de las negociaciones sobre las centrifugadoras P1 y P2 es positivo y cree que se puede cerrar el caso de las centrifugadoras durante la actual ronda de conversaciones», dijo el portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento, Kazem Yalai, según IRNA. Asimismo, señaló que según Vaidi, «Irán ha presentado al OIEA una serie de informaciones completas, claras e integradas sobre las centrifugadoras P1 y P2». «En las negociaciones, se ha hablado también sobre las cuestiones pendientes relacionadas con el enriquecimiento de uranio, el reactor de agua pesada de Arak (en el centro del país), la elección de nuevos inspectores del OIEA y la cuestión de conceder visado múltiple de un año a ellos», añadió Vaidi, según el parlamentario iraní. El asesor de CSSN también ha presentado al Legislativo un informe sobre la reuniones que el nuevo negociador iraní en materia nuclear, Sayed Yalili, y su antecesor, Ali Lariyani, mantuvieron la semana pasada en Roma con el jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, agregó. La actual ronda de conversaciones es la última antes de que el director del OIEA, Mohamad el Baradei, presente su próximo informe sobre el programa atómico iraní a la junta de Gobernadores de esa agencia internacional, prevista para el 22 de noviembre. Las negociaciones entre Teherán y el OIEA se desarrollan conforme a un acuerdo alcanzado entre ellos en agosto pasado, en el que los iraníes se comprometen a esclarecer las ambigüedades respecto a sus actividades nucleares SÚBITAMENTE, EL MINISTRO ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, llegó a Teherán en una visita sorpresa dos días después de que el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Mohamed al-Baradei, dijera que «no hay evidencia de que Irán esté buscando fabricar un arma atómica». Es como si desde el viaje de Vladimir Putin a Irán hace dos semanas y su crucial entrevista allí con el guía de la revolución, Alí Jamenei, a quien entregó una «proposición escrita» de naturaleza no bien precisada, estuviera en marcha una gran operación que pudiera llevar a Teherán a reconsiderar su posición sobre el dossier nuclear. Coincidiendo con la toma de posición de Baradei el domingo (en una declaración a CNN y reiterada, con un vocabulario más frío y técnico el lunes en su informe anual a la Asamblea General de la agencia) trascendió que está en la capital iraní el adjunto de Baradei, el ingeniero finlandés Olli Heinonen, quien sostiene reuniones con altos funcionarios del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, que se ocupa del expediente atómico y depende del Guía. Lavrov tal vez pidió un último esfuerzo al presidente Ahmadineyad tras fortalecer la posición política, técnica y diplomática de su país con el doble esfuerzo de la AIEA, con Baradei al frente -un premio Nobel de la paz conocido por su independencia- y el bloqueo ruso y chino a nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad. Ayer mismo en Pekín los chinos reiteraron a la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni, su oposición a sanciones adicionales y más duras, como piden los norteamericanos y su activo socio el presidente Sarzkozy, que, rompiendo con la circunspección del presidente Chirac, se ha convertido en ardiente defensor de la 'línea dura' en este asunto. Lavrov viajó en este contexto, que mezcla la expectación con las necesidades políticas y los calendarios disponibles (se supone que los iraníes harán lo necesario hacer para llegar indemnes al fin del gobierno Bush y su belicoso vicepresidente, Richard Cheney, abierto defensor de los medios militares). El ministro ruso fue más que lacónico: debía informar primero al presidente Putin, quien está forzando un desenlace aceptable antes de que el 22 de noviembre se reúna en Viena el pleno de la AIEA, ante la que Baradei debería poder llegar con buenas noticias: no hay ni habrá armas atómicas en Irán y aportar las garantías inherentes para que este cambio de postura se materialice de cara a todo el mundo. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, efectuó una breve visita a Teherán para celebrar consultas sobre el programa nuclear de Irán, informó la Cancillería rusa. El portavoz de la diplomacia rusa, Mijaíl Kaminin, citado por la agencia Interfax, indicó que Lavrov mantuvo conversaciones con las autoridades de Irán sobre «una serie de temas relativos a la situación en torno al programa nuclear iraní, así como algunos asuntos de las relaciones bilaterales».