Al cumplirse un año del envenenamiento con polonio 210 del que fuera espía ruso, Litvinenko
Londres afirma que el caso Lugovoi no está cerrado y pide que sea extraditado
El Reino Unido insistió en la extradición del empresario ruso Andréi Lugovói, principal sospechoso en el asesinato del ex espía ruso Alexandr Litvinenko, a lo que se niegan las autoridades rusas. «La solicitud y los datos presentados a las autoridades rusas son suficientes para decidir la extradición de Lugovói», informaron fuentes diplomáticas británicas a la agencia Interfax. La fuente subrayó que «el caso Lugovói no está cerrado» y que Londres «espera una respuesta positiva a su petición de extradición». Hace exactamente un año Litvinenko cayó enfermo y fue ingresado en un hospital de Londres, donde murió el 23 de noviembre debido a las altas dosis en su organismo de polonio 210, sustancia radiactiva altamente tóxica. El Reino Unido expresó recientemente a Rusia su interés en reanudar las investigaciones sobre Lugovói, que ya fue interrogado por detectives británicos a finales de 2006. En cambio, las autoridades rusas mantienen en que las pruebas presentadas hasta el momento por la Justicia británica no confirman la implicación de Lugovói en la muerte de Litvinenko. Aún en el caso de que se demostrara su culpabilidad Rusia no extraditaría al empresario, pues el artículo 61 de la Constitución prohíbe expresamente la entrega de ciudadanos rusos a otros países. Candidato a la Duma Además, Lugovói podría obtener la inmunidad en caso de ser elegido diputado de la Duma del Estado en los comicios legislativos del próximo 2 de diciembre en los que participará como número dos de la lista del Partido Liberal Democrático (PLD), formación de corte ultranacionalista. Según las autoridades británicas, Lugovói, que abandonó los servicios secretos rusos en 1996 para ingresar en la empresa privada, se reunió hasta en cuatro ocasiones con Litvinenko en Londres entre mediados de octubre y el día de su hospitalización. Detectives británicos hallaron rastros del isótopo polonio 210, sustancia radiactiva altamente tóxica, en los aviones en los que Lugovói voló a Londres y regresó a Moscú, y también en las habitaciones de hotel donde se hospedó.Rusia y el Reino Unido mantienen relaciones tirantes desde que en julio pasado en el plazo de varios días ambos países expulsaran a cuatro diplomáticos del otro país.Además, Moscú suspendió de manera unilateral la cooperación en lucha antiterrorista.