Diario de León

El jefe del Ejecutivo se mostró satisfecho por la llamada de su antecesor para agradecerle el gesto

Zapatero sostiene que era obligado defender a Aznar frente a Chávez

El Gobierno cree que el presidente venezolano no esperaba la reacción del Rey

El presidente del Gobierno dialoga con representantes de colectividades españolas en Uruguay

El presidente del Gobierno dialoga con representantes de colectividades españolas en Uruguay

Publicado por
Ramón Gorriarán - buenos aires
León

Creado:

Actualizado:

José Luis Rodríguez Zapatero considera que, «como demócrata», estaba obligado a salir en defensa del ex presidente José María Aznar frente a los ataques del venezolano Hugo Chávez. «Cuando estás en una reunión internacional, si alguien ataca y descalifica a alguien, aunque sea un rival y un adversario, siendo tu compatriota, tú sales a defenderle», manifestó el presidente del Gobierno horas después del incidente durante un mitin del PSOE en Olivos, en las cercanías de Buenos Aires. El jefe del Ejecutivo, satisfecho por la llamada de su antecesor para agradecerle su respuesta al gobernante venezolano, sostuvo en el Centro Galicia, ante cientos de veteranos socialistas, que su réplica es su forma de entender «la democracia» y que, según su visión, consiste en «articular la convivencia, respetar todas las ideas y todas las formas de pensar» aunque no se compartan. Fuentes gubernamentales atribuyeron la actitud del presidente de Venezuela en la XVII Cumbre Iberoamericana, clausurada el sábado en Santiago de Chile, a dos razones: la sorpresa por la reacción de Rodríguez Zapatero en defensa de Aznar y a que su país ha dejado de recibir una atención preferente por parte del Gobierno español. Chávez contaba, según estas fuentes, con que el jefe del Ejecutivo iba a dejar pasar o, al menos, no iba a ponerse de la forma en que lo hizo del lado de su antecesor, con el que mantiene grandes diferencias. Tampoco es ajena a la conducta del presidente venezolano, de acuerdo al análisis gubernamental, el relativo enfriamiento de las relaciones bilaterales, ya que si bien la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, estuvo la semana pasada en Caracas y se entrevistó con Chávez, el contacto no es tan estrecho como en el primer tramo de la legislatura, en el que se formalizó una ambiciosa operación de venta de material militar a Venezuela luego frustrada por Estados Unidos. En estos momentos, los pivotes de la política exterior española en la región pasan por México, Brasil, Chile y Argentina. Otro dato que puede alumbrar lo ocurrido es que la delicada situación interna en Venezuela hizo que Chávez buscara un enemigo exterior que eclipsase las protestas callejeras contra su proyecto de reforma constitucional. Buena parte de los medios de comunicación venezolanos elogiaron ayer la postura de su presidente ante don Juan Carlos y Rodríguez Zapatero. El incidente en la XVII Cumbre Iberoamericana no inquieta en exceso, pese a su estridencia, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que no prevé mayores consecuencias en las relaciones bilaterales ni para las empresas españolas radicadas en el país latinoamericano. La advertencia lanzada por Chávez en el epílogo del enfrentamiento -«el Gobierno de Venezuela se reserva el derecho a responder a cualquier agresión en cualquier lugar, en cualquier espacio y en cualquier tono»- no pasa, a juicio del Gobierno, de ser «un calentón» del momento. Bandera Rodríguez Zapatero, entretanto, prefirió pasar página y darse un baño de multitudes con dos mítines, en Argentina el sábado por la noche y ayer en Montevideo, con sendos discursos de marcado contenido patriótico con continuas alusiones a España y a la bandera. En el celebrado en la población argentina de Olivos, manifestó que la enseña rojigualda significa ahora «libertad, derechos y ciudadanía, que es la mejor manera de expresarse con patriotismo». También aludió al próximo estreno de nacionalidad española para los nietos de los inmigrantes.

tracking