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Según el titular de Exteriores, «lo último» que haría es llamar a consultas al embajador español

Moratinos defiende la diplomacia callada de España frente a Chávez Rajoy: «Cuando uno es atacado no creo que lo mejor sea callarse»

El jefe diplomático desveló que todas las actuaciones se consensúan con las empresas españolas

El titular de Exteriores, Moratinos razonó las posiciones españolas

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César Calvar / Efe - madrid efe | madrid

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El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha asegurado que «lo último» que hará en la crisis con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, será llamar a consultas al embajador español, y que sólo adoptará esta medida una vez agotadas todas las demás vías diplomáticas. Moratinos, en un desayuno informativo, ha considerado que tras el «gesto de firmeza» del Rey y del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendiendo al ex presidente José María Aznar de las críticas de Chávez en la Cumbre Iberoamericana, es preciso optar por la serenidad, y no por medidas que no ayudarían a una solución. «Si no hubiese habido ese gesto, no tendríamos ahora esta actitud venezolana. El gesto ya está hecho. El problema es cómo gestionamos ahora la relación y cómo tenemos responsabilidad para reconstruirla», ha dicho. Para el ministro, llamar a consultas al embajador español, como pide el PP, sería un «gesto innecesario» que iría en contra de los intereses españoles. Moratinos ha justificado esta postura: «Sí, es un gesto, y después de ese gesto, ¿qué? ¿Cuáles son las consecuencias del gesto? ¿Gestionar un doble gesto? Dejémonos de gestos y hagamos gestión para salir de ese desencuentro». «Me costará mucho llamar a un embajador a consultas. ¿Cuándo es necesario un embajador, cuando las cosas van bien, o mal? Lo que tenemos que hacer en momentos de crisis es tener capacidad de interlocución. La llamada a consultas es lo último de lo último que se tiene que hacer», ha apostillado. Moratinos ha reafirmado su apuesta por el diálogo y el respeto mutuo y ha exhortado a Chávez a frenar su escalada de declaraciones, después de que anunciara una «revisión profunda» de la relación con España y de que iba a vigilar a las empresas españolas. Según el ministro, el mensaje de «tranquilidad, serenidad y confianza» ha sido el que le han trasladado las empresas españolas instaladas en Venezuela para tratar de reconducir las relaciones. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró que las empresas españolas afincadas en Venezuela han pedido al Gobierno que actúe con «tranquilidad y serenidad» en la defensa de sus intereses en el país suramericano. El jefe de la diplomacia volvió a defender su gestión callada de esta crisis, y que el mandatario venezolano avivó los días posteriores con nuevas bravatas y ataques a España y sus instituciones. Moratinos explicó que Exteriores seguirá con su intento de enfriar esta crisis, desde la convicción de que «la clase empresarial quiere recuperar las relaciones con las autoridades de Venezuela», ya que «quieren seguir obteniendo beneficios» de sus inversiones en aquel país. Por eso, insistió, «piden serenidad y que sigamos defendiendo sus intereses». El Gobierno socialista, recordó, cosechó continuas críticas durante toda esta legislatura a propósito de su relación con Venezuela. Mientras eso ocurría, desveló, «todo el mundo empresarial aplaudía nuestra política en los despachos», y expresaba su «enorme satisfacción por lo bien que iban los negocios e inversiones» allí. El responsable de la diplomacia defendió la «gestión» frente a la adopción de «gestos» contundentes, que le reclama el PP, y que sólo empeorarían la situación. Por ello, avanzó que el Gobierno tiene intención de aguantar «todo lo que sea necesario» sin llamar a consultas a su embajador en Caracas, Dámaso de Lario. La mejor política en estos casos, recalcó, pasa por mantener todos los canales de comunicación e interlocución con las autoridades venezolanas. Un embajador, aseguró, es más necesario cuando las cosas «van mal» y su retirada es «lo último» que un gobierno debe hacer. El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado que su partido ha tenido «muchísimo más respeto» por Felipe González cuando dejó la presidencia del Gobierno que el que ha tenido el PSOE por José María Aznar. En una conferencia de prensa en Estepona (Málaga), Rajoy, al ser preguntado por la polémica que tuvo lugar en la Cumbre Iberoamericana, ha manifestado que a Aznar «le han atacado e insultado en infinidad de ocasiones» y que no cree que eso sea lo mejor que se debe hacer desde un punto de vista institucional. Apoyo a una decisión Sobre la petición de respeto a nuestro país hecha por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, después de que Hugo Chávez dijera que iba a revisar las relaciones con España, Mariano Rajoy ha indicado que quiere que el país sea respetado y no le parece que, cuando es atacado, lo mejor sea callarse. Ha añadido que si Moratinos «quiere tomar alguna decisión para que España sea respetada y defender su dignidad, tendrá el apoyo incondicional del PP», y que el Gobierno «no debe tener miedo a hacerse respetar». Ha añadido que en política exterior «no se deben dar bandazos, hay que cumplir la palabra, ser fiable y no equivocarse de aliados», ya que en caso contrario «se pueden producir problemas muy graves en el futuro». El presidente de los populares ha destacado que la política exterior debe perseguir la defensa de los intereses de las empresas españolas y de los españoles en el extranjero como «obligación capital» y la defensa en todo el mundo de la democracia, la libertad, los derechos humanos y la lucha contra la pobreza en todas sus versiones .

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