Dos semanas después de llamar a consultas a su embajador confía en recuperar las relaciones
Rabat habla en pasado de la crisis pero insiste en negociar sobre Ceuta y Melilla
«La reivindicación de las ciudades no tiene el objetivo de crear dificultades», afirmó el portavoz alauita
Dos semanas después de la llamada a consultas de su embajador en España el Gobierno de Marruecos dice que las relaciones bilaterales «han pasado una crisis» y confía en recuperarlas, aunque insiste en «discutir» sobre Ceuta y Melilla. El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí, Jalid Naciri, fue quien expresó el sentir oficial de Rabat, que ahora aguarda que España «dé la mano» para recuperar las relaciones bilaterales. Marruecos protestó airadamente cuando conoció el anuncio de la visita de los Reyes de España, a principios de este mes, a esas dos ciudades españolas en el norte de Africa, cuya soberanía reivindica el Gobierno de Rabat. «Hemos pasado una crisis durante las últimas semanas y esperamos que nuestros amigos españoles pongan su mano en la nuestra para superar esta crisis en las mejores condiciones», declaró Naciri después de la reunión del Gobierno. Pero Naciri agregó: «Nuestros amigos españoles saben que insistimos mucho, enormemente, sobre la necesidad de discutir seriamente del futuro de Ceuta y Melilla». Las dos semanas de crisis comenzaron cuando, al anuncio de que los Reyes de España visitaban esas dos ciudades autónomas, sucedió el de la llamada a consultas del embajador marroquí en Madrid, una decisión que se atribuyó sin ningún género de dudas al rey Mohamed VI. Hace tan sólo dos días el propio ministro, en declaraciones a una televisión árabe, se refirió a que el futuro de las dos ciudades autónomas españolas, a falta de negociación sobre ellas con Madrid, podría tener que decidirse en las Naciones Unidas. En esas declaraciones se insistió en el llamamiento a España a que se sentara «a la mesa de negociaciones», donde se trataría de «las modalidades de recuperación por parte de Marruecos» de las dos ciudades autónomas españolas, según explicó el propio Naciri. Rabat llegó a aludir a «los intentos españoles de consagrar un hecho consumado colonial», de los que dijo el ministro, «no pueden alterar ese derecho que Marruecos no dejará de reivindicar». Ahora, sin embargo, la referencia al futuro de Ceuta y Melilla, sobre cuya «marroquinidad» ha insistido tenazmente Rabat durante las últimas dos semanas, se enmarcó en el recuerdo de que esa reivindicación «no tiene como objetivo crear dificultades». El Gobierno que preside el nacionalista Abás El Fassi considera que España tiene que tener en consideración «nuestros sentimientos, nuestra sensibilidad y nuestras reivindicaciones», declaró el portavoz gubernamental.