Altos mandos de los EE.UU. piden el fin de la discriminación gay en el Ejército Un hombre con una bomba toma rehenes dos horas en la oficina de Hillary Clinton La mediación permite salir a los retenidos

Cada día el Ejército de EEUU expulsa a dos homosexuales, según la organización Service Members Legal Defense Networks. Dada la precariedad en que se encuentra el Ejército más poderoso del mundo, corto de tropas debido a las infinitas guerras de Irak y Afganistán, ese es un lujo que no se pueden permitir. Así lo argumentan, en pro de la seguridad nacional, 28 generales y almirantes retirados, que este viernes pidieron al Congreso en una carta el fin de la política conocida como «No digas, no preguntes». Con esa medida salomónica Bill Clinton quiso acabar con la caza de brujas que existía entonces, hace justo 12 años. Consistía en prohibir a los mandos que preguntasen a sus hombres y mujeres sobre su orientación sexual, a menos que éstos hubieran admitido ser homosexuales o lo hubieran demostrado públicamente. Así es como Rhonda Davis, una especialista de la marina en comunicaciones, fue expulsada el año pasado después de acudir a una boda gay y reconocer en dos entrevistas que era lesbiana. Ella es uno de los 12.000 «patriotas» afectados, especifican las organizaciones involucradas, que desde este viernes están representadas en el National Mall de Washington D.C. con una bandera cada una, para recordar al Congreso su labor de derogar esta ley que consideran injusta y dañina para la seguridad nacional. El acto, en el que se leyó la carta de quienes dicen haber dedicado sus vidas «para defender el derechos de nuestros ciudadanos a creer en lo que deseen», Un hombre presuntamente armado con una bomba tomó ayer varios rehenes en una oficina electoral de Hillary Clinton en Nueva Hampshire, incidente que se saldó sin víctimas, pero que obligó a la candidata a cancelar una intervención importante ante su partido. El suceso se produjo a las 13.00 hora local (18.00 GMT), cuando un hombre de unos 40 años y pelo canoso penetró en la sede electoral de Clinton en Rochester, en el Estado de Nueva Hampshire, y dijo estar armado con una bomba adosada a su cuerpo, bajo su abrigo. Ausente En ese momento, la senadora por Nueva York y aspirante a la candidatura demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre de 2008, no se encontraba en las oficinas, sino que estaba en Washington, ya que tenía previsto participar en Vienna, en Virginia, en un acto electoral junto a otros aspirantes demócratas. El secuestrador tomó inicialmente cuatro rehenes, si bien dejó salir al poco rato a una mujer y a su hijo, de pocos meses de edad. Pasadas dos horas, y tras la mediación de un experto policial en este tipo de situaciones, dejó salir a los dos rehenes restantes que permanecían con él, según informaron medios locales. A última hora de la noche de ayer, los expertos policiales -que se comunicaban con el hombre a través de un teléfono- trataban de convencerle de que desistiera de hacer estallar la presunta bomba y procediara a entregarse a las autoridades. Se desconocen las causas Se desconoce el motivo o reclamación que este individuo tenía para realizar esta acción contra el «cuartel general» de Clinton en esta localidad de Nueva Hampshire. Tras conocerse la presencia del hombre armado, la policía desalojó y acordonó toda la zona, que alberga también otras oficinas electorales en Rochester, como la del senador Barack Obama, que está ubicada a escasos metros de la de Hillary, al igual que la del también demócrata John Edwards. La presencia de equipos electorales en Nueva Hampshire es en estos días cada vez mayor dado que en este estado se celebrarán el próximo 8 de enero las elecciones primarias, que son las que marcan el comienzo de la larga campaña electoral de EE.UU.. El incidente ocurrido en Rochester obligó a Hillary Clinton a cancelar su discurso ante la reunión del Comité Nacional Demócrata en Virginia, donde debía intervenir en torno a las 15.00 local (20.00 GMT). Discurso esperado El discurso que iba a pronunciar ayer Hillary Clinton era el más esperado de la jornada, ya que la ex primera dama lidera las encuestas de intención de voto a nivel nacional de cara a las presidenciales que se celebrarán el año que viene en Estados Unidos. Tras ser informada del incidente, la senadora dijo a través de un comunicado que estaba trabajando «estrechamente con las autoridades locales y estatales, y estamos actuando en la dirección que nos indican». El hombre que entró armado presuntamente con una bomba en la oficina electoral de Hillary Clinton en Nuevo Hampshire ha dejado salir a los cuatro secuestrados que mantenía retenidos, según dijo la cadena CNN. Al parecer, fue la mediación de un experto policial en este tipo de situaciones el que convención al secuestrador, de unos 40 años, de la conveniencia de liberar a los rehenes y solventar el incidente sin derramamiento de sangre.