La comisión electoral de Pakistán argumenta que el opositor fue condenado por la justicia
Sharif pide a Bhutto un boicot electoral tras impedirle presentarse al plebiscito
El ex primer ministro paquistaní Nawaz Sharif sufrió un serio revés, al ser rechazada su candidatura a los comicios de enero, horas antes de una crucial reunión en la que el opositor intentó coordinar una estrategia común con su rival Benazir Bhutto. El responsable de la Comisión Electoral Raja Qamaruz Zaman informó a la prensa de que los papeles de candidatura de Sharif han sido rechazados porque el líder de la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N) fue condenado por la Justicia en 2000. La decisión, que aún puede ser recurrida, sigue a otra de la Comisión que este fin de semana también retiró de la carrera electoral al hermano de Sharif, Shehbaz, alegando que éste tiene causas penales pendientes. De inmediato, el ex primer ministro denunció que la Comisión Electoral ha dejado claras las «verdaderas intenciones» del régimen de Pervez Musharraf, que «quería dejar a la familia Sharif fuera del proceso electoral». Sharif fue condenado en 2000 a cadena perpetua por haber ordenado en octubre de 1999, cuando era primer ministro, el secuestro del avión en el que el entonces jefe del Estado Mayor y presidente Musharraf regresaba de una visita oficial a Sri Lanka. Musharraf logró que el avión aterrizara y dio un golpe de estado incruento contra Sharif, que al año siguiente logró librarse de la condena tras avenirse a un pacto con el régimen que supuso su marcha al exilio.El ex primer ministro mantuvo que su condena fue conmutada por el entonces presidente del país, Rafiq Tarrar, y que un indulto presidencial no puede ser revertido. Sharif volvió a Pakistán desde Arabia Saudí el pasado 25 de noviembre, algo más de un mes de que la también ex primera ministra y líder del Partido Popular (PPP, principal de la oposición), Bhutto, regresara del exilio tras un acuerdo con Musharraf. El presidente le concedió una amnistía que supuso la retirada de los cargos de corrupción que pesaban contra Bhutto, levantados precisamente durante el Gobierno de Sharif. Los dos eternos rivales se reunieron ayer noche por primera vez en la residencia de la líder del PPP en Islamabad, a la que Sharif llegó con la intención declarada de convencerla de que se sume al boicot de las legislativas de enero. Durante una reunión anterior con el presidente de Turquía, Abdulá Gul, de visita en Islamabad, Bhutto dejó claro que no piensa dejarse convencer pues en su opinión el boicot sólo beneficiaría a las fuerzas de Musharraf. Volverse para atrás De hecho, el propio Sharif dejó entrever que puede reconsiderar su decisión, que ha dejado al descubierto las fisuras dentro de la coalición opositora APDM que lidera el PML-N. El secretario general del PML-N, Zaffar Iqbal Jhagra, afirmó que su formación intentará alcanzar un consenso con las demás fuerzas opositoras pero que, si no lo logra, podría cambiar de idea. En la APDM participan la Liga de Sharif y la alianza de partidos religiosos MMA, cuyo principal miembro -la Jamiat Ulema e Islam, liderada por el clérigo Fazlur Rehman- anunció ayer su intención de participar en las legislativas por separado. La decisión de Rehman suscitó una agria reacción del jefe de la MMA, Qazi Hussain, quien dijo que si la JUI pretende competir en la carrera electoral es «libre de abandonar la coalición», pues esta se mantiene «firme» en su opción por el boicot. Según la televisión Dawn, está previsto que, tras la reunión con Bhutto, Sharif mantenga otra mismo con el «maulana» Rehman, aunque para los observadores es obvio que el ex primer ministro tiene difícil consolidar un bloque pro-boicot. La campaña electoral arrancó de hecho este fin de semana con sendos mítines de Bhutto y Sharif, cuando el país cumple un mes en estado de excepción, cuyo levantamiento Musharraf anunció para el próximo día 16.