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El presidente venezolano cree que por el resultado la oposición no puede tildarle ya de dictador

Chávez: «Volveré a presentar mi reforma y sin quitar ni una coma»

Una alternativa antes de que finalice su mandato podría ser una nueva Asamblea Constituyente

Publicado por
Milagros López de Guereño - la habana
León

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Hugo Chávez se dio a conocer en 1992 al encabezar un golpe militar contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez (1974-79/1989-94). Falló pero advirtió que era solo «por ahora». Quince años después, perdió -siempre hay una primera vez para todo- tras haber ganado diez elecciones en 9 años, pero también repitió: «por ahora». Chávez no esperó y asumió muy pronto el triunfo pírrico de la oposición. «No es ninguna derrota, para mí este es otro por ahora, por ahora, y desde aquí lo digo lo he preferido así, ha sido mejor así», dijo. Lo bueno para el líder chavista es que la oposición no podrá tildarle de dictador ni de pretender perpetuarse en el poder, lo que hubiera sucedido de salir la reforma constitucional. El ex teniente coronel, de 54 años, asumió su primer mandato en 1999, con la vieja constitución. Con la «Bolivariana», aprobada a finales de ese año y que según el mandatario era «la mejor del mundo», venció un revocatorio. Inauguró sus seis años y en diciembre del 2006, ganó la reelección inmediata por goleada del 63 %. Con la ley vigente su mandato concluirá «por ahora» en el 2013. Lo malo es que no podrá implementar de un plumazo el «socialismo del siglo XXI». De todas formas, con cinco años por delante y una Asamblea Nacional integrada solo por oficialistas tampoco le resultará difícil gobernar por decreto o incluso con leyes respaldadas por la mayoría parlamentaria, especialmente las relacionadas con los temas sociales impulsados en la reforma constitucional que le permitan «alargar, ampliar y profundizar la perspectiva y contenido del proceso de construcción de la Venezuela socialista», como indicó el domingo. Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, señaló que «este resultado tiene dos caras para Chávez. Sale derrotado tras una fuerte campaña plebiscitaria, pero se libra de la acusación de que es un dictador». Datanálisis acertó las victorias anteriores y el batacazo actual -porque aunque ha sido por mínimos es un golpe para el gobierno chavista-. Según León, «ahora tratará de minimizar el costo político y buscará una alternativa para lograr la reelección continua antes de que acabe su período, que podría ser mediante una Asamblea Nacional Constituyente». Sin embargo, el presidente tendrá que tener en cuenta a la oposición que sale reforzada de esta contienda. Y respaldada en la idea de que los venezolanos rechazan el socialismo. A estas alturas, se hace un poco difícil pensar en la desaparición de las cadenas de hamburgueserías de franquicia estadounidense, de los centros comerciales, o del consumismo capitalista, por muy denostado que sea. Estamos en un proceso de reconfiguración de la oposición, (...). La gran fortaleza de Chávez ha descansado hasta ahora en la debilidad del adversario. Pero, sus adversarios están comenzando a superar sus debilidades,» expresó el dirigente político de izquierda Teodoro Petkoff. En sus primeras palabras, Chávez adelantó que volverá a intentarlo y que presentará su reforma «sin quitar una coma». Seguro que lo intenta, porque muchos de sus adversarios solo pedían más tiempo para estudiar mejor los cambios de 69 artículos nuevos y 15 disposiciones transitorias. Tiempo tendrá para movilizar a los tres millones de venezolanos chavistas que se quedaron en su casa». También podrá poner paños calientes al conflicto desatado con España y con Colombia, que muchos analistas consideraron que era una maniobra para ganar votos. Aunque con Chávez nunca se puede estar seguro de nada y podría seguir insistiendo en esperar las excusas de Don Juan Carlos.