Diario de León

La oposición boicotea el acto y anuncia una campaña de «desobediencia civil» en todo el país

La Asamblea Constituyente de Bolivia aprueba la nueva Constitución

Las fuertes disidencias entre los constituyentes de dos provincias casi acaban con el proceso

Indígenas miembros de la Asamblea Constituyente festejan el resultado obtenido

Indígenas miembros de la Asamblea Constituyente festejan el resultado obtenido

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colpisa/afp | oruro

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La mayoría oficialista de la Asamblea Constituyente aprobó ayer el texto de una nueva Constitución de Bolivia con las reformas que quiere implantar el presidente Evo Morales, pero que la oposición se niega a reconocer. El constituyente del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) Carlos Romero afirmó que «el texto de la nueva Constitución está aprobado». Romero explicó que la última etapa, que consiste en una fase de revisión y concordancia de los articulados constitucionales, estará a cargo de una comisión interpartidaria. Dado que la oposición se autoexcluyó y no participaba de la sesión, y que el oficialismo no tenía los dos tercios necesarios para aprobar el texto, los asambleistas decidieron cambiar las reglas de juego. Por lo tanto emitieron una resolución para señalar que la nueva Constitución sería aprobada por dos tercios de los asistentes a la sesión. Este recurso fue tachado de ilegal por la oposición, que incluye a la derecha política y a cinco departamentos antagónicos al presidente Morales. Estos cinco departamentos -de los nueve que hay en Bolivia- han anunciado que no acatarán la nueva norma y que impulsarán una «desobediencia civil», pues la nueva Constitución carece de consenso nacional y es una imposición del Gobierno de Morales. Cerca a 400 personas ya ayunan en Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando contra la Carta Magna. Se trata de una «aberración jurídica», dijo el constituyente opositor, Ricardo Pol, de la centroderechista Unidad Nacional (UN), echando sombras sobre el procedimiento utilizado por el oficialismo. La sesión maratoniana de la Constituyente, que se extendió por casi 15 horas y que aprobó la nueva Carta Magna con la que Morales pretende refundar Bolivia, estuvo a punto de naufragar por fuertes disidencias entre los constituyentes de Chuquisaca y La Paz, las mismas que enturbiaron el último año el funcionamiento de la Asamblea. Reelección El foro deliberativo fue instalado el sábado en la noche en la ciudad minera de Oruro, 230 kilómetros al sur de La Paz, con la presencia de 160 de los 255 constituyentes. La nueva Carta boliviana es indigenista y estatista, y no incluye la reelección indefinida como pretendía el presidente, sino por un solo periodo. En el caso de Morales éste podría ser reelegido en unos comicios que deben ser convocados en los próximos 180 días, y que en caso de ganar contaría como primer periodo. Luego puede ser reelegido una vez, lo que teóricamente le permitiría gobernar durante 10 años más. La Constituyente no trató el delicado tema de la distribución de tierras y su función social, que el presidente Morales considera un asunto clave, pero que es el que más contestado en las regiones opositoras. Este tema será definido en un referendo posterior, según el oficialismo. La Asamblea en cambio ratificó la existencia de un Congreso bicameral, que ahora se denominará «Asamblea Legislativa Plurinacional» que estará formada por 121 diputados y por 36 representantes nacionales (senadores), cuatro por cada uno de los nueve departamentos. El actual Congreso bicameral está también compuesto por 157 miembros. Los sectores movilizados, afines al gobernante indígena, permanecieron en vigilia hasta que se aprobó el último artículo del nuevo texto constitucional, a cinco días de que se cumpla el plazo legal de entrega.

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