Cristina Kirchner acusa a EE.UU.de montar una «operaciónbasura»

Tres días de asumir el cargo, la flamante presidenta de Argentina, Cristina Fernández, puso este jueves en estado de máxima tensión las relaciones con Estados Unidos. Fue a raíz de una información proveniente del FBI y de un fiscal de Miami sobre un presunto aporte financiero de Venezuela a la campaña que le permitió alcanzar la presidencia. El dinero que el empresario venezolano Antonini Wilson intentaba introducir en Argentina sin declarar iba destinado a la campaña electoral de la presidenta argentina, Cristina Fernández, confirmó la Fiscalía Federal. Yovanni López, portavoz de la Fiscalía Federal del distrito sur de Florida, declaró que el fiscal adjunto Thomas Mulvhill dijo ayer en un tribunal, en la primera audiencia del llamado «caso del maletín», que Franklin Durán, uno de los cuatro detenidos por este escándalo, «tuvo una conversación que fue grabada donde dijo que el dinero era para la campana de Cristina Fernández de Kirchner». Por su lado, Judith Orihuela, portavoz del FBI, también confirmó que la Fiscalía Federal sostuvo el miércoles en una audiencia que los 800.000 dólares (547.945 euros) decomisados a principios de agosto a Antonini Wilson «iban destinados» a financiar la campaña electoral de Fernández de Kirchner. Orihuela señaló que Mulvhill fue quién hizo esta denuncia ante los tribunales. Los cuatro detenidos, tres venezolanos y un uruguayo, comparecieron el miércoles en un tribunal de Miami (Florida) acusados de conspirar para actuar como agentes al servicio de Venezuela y en conexión con el empresario venezolano Guido Antonini Wilson, reclamado por la justicia argentina. Los detenidos, que además de Durán, fueron identificados como Moisés Maionica, de 36 años; Rodolfo Edgardo Wanseele Paciello, de 40, y Carlos Kauffmann, de 35, están acusados de «coordinar y participar» desde agosto en una serie de «reuniones» con Antonini Wilson. 800.000 dólares El Gobierno de Argentina denunció haber sido implicado en «operaciones basura» ante la presunción de la Fiscalía estadounidense de que el dinero intervenido en Buenos Aires al venezolano Guido Antonini Wilson iba destinado a la campaña electoral de la presidenta, Cristina Fernández. El nuevo giro que ha dado en Miami el llamado «caso del maletín», por los 800.000 dólares que Antonini intentó ingresar sin declarar el pasado 4 de agosto, tras llegar en un avión procedente de Caracas con autoridades de PDVSA y Enarsa, motivó prontas y duras reacciones oficiales en Buenos Aires. «Esta presidenta puede ser mujer, pero no se va a dejar presionar», advirtió Cristina Fernández, quien sin mencionar a los Estados Unidos consideró que «más que países amigos, quieren países empleados y subordinados». En un acto oficial la gobernante -que asumió la Presidencia el pasado lunes- dijo que seguirá «afirmando» la «relación de amistad con todos los países latinoamericanos, también con la República Bolivariana de Venezuela». La presidenta defendió las estrechas relaciones bilaterales con Venezuela y abogó por «profundizar y ampliar el Mercosur», bloque suramericano del que la nación gobernada por Hugo Chávez está en proceso de convertirse en miembro pleno. También elogió la reciente constitución del Banco Del Sur, una iniciativa de Caracas. Argentina «nunca necesitó que le señalen quiénes pueden ser sus amigos, como nosotros tampoco lo decimos a otros países», enfatizó la mandataria, que utilizó la frase «basurales de la política internacional».