Rusia pide una solución global en la zona que incluya a Siria y al Líbano «Una declaración de guerra»
El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, pidió en la conferencia de donantes para Palestina una «solución global» al conflicto en Oriente Medio que incluya a Siria y Líbano, al tiempo que anunció que su país contribuiría con 10 millones de dólares para relanzar la economía palestina. «Es necesario ir hacia una solución global de la crisis en Oriente Próximo que incluya a Siria y Líbano», dijo Lavrov. El ministro ruso recordó que todos se felicitaron por el reinicio de las negociaciones entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en la cumbre de Annapolis (EEUU), el pasado 27 de noviembre, pero señaló que, tras la siguiente reunión entre el presidente de la ANP, Mahmud Abás, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, la semana pasada, «no será fácil» alcanzar una solución. Israel y la ANP celebraron en un ambiente de tensión y desconfianza la semana pasada su primer encuentro, vinculado al compromiso alcanzado en Annapolis de lograr la paz antes de finales de 2008. «No podemos permitirnos que las negociaciones fracasen por una escalada de tensión» en la región, dijo Lavrov. El ministro ruso indicó que su país donará 10 millones de dólares para respaldar el proceso y añadió que «es importante contribuir para encontrar una solución política al conflicto». Lavrov participa en París junto a delegaciones de casi 90 países y organizaciones internacionales en la conferencia de donantes para Palestina, la más importante desde 1996. Hamás ha calificado la Conferencia de Donantes para Palestina que se celebra en París de «declaración de guerra abierta» contra su movimiento, organizada únicamente «para proteger los intereses de seguridad de Israel». El evento, en el que participan delegaciones de noventa países y organismos internacionales, «ha sido únicamente convocado para dar dinero a los palestinos para proteger la seguridad de Israel», dijo a medios de comunicación en Gaza un portavoz de Hamás, Fawzi Barhum. «No supone para nada un apoyo a los legítimos derechos del pueblo palestino», apostilló, para comparar esta cita con la de Annapolis donde se acordó una hoja de ruta de cara a la paz en 2008.