Uzbekistán celebra elecciones presidenciales sin oposición

En medio de una opacidad absoluta, sin apenas observadores internacionales y con una afluencia simbólica de periodistas extranjeros, debido a las severas limitaciones en la concesión de visados, se celebraron ayer en la antigua república soviética de Uzbekistán unas elecciones presidenciales que ganará sin duda Islam Karímov, el dictador centroasiático más sanguinario. La prohibición de realizar sondeos a pie de urna ha impedido avanzar un resultado provisional de la votación. Sujbat Abdulláyev, un empresario independiente cuya candidatura fue rechazada por la Comisión Electoral sin motivación legal, ha denunciado numerosas irregularidades durante la jornada electoral. Según su testimonio, hubo personas que votaron varias veces e incluso que introdujeron en la urna más de una papeleta. Y eso pese a que ninguno de los otros tres candidatos en liza amenazan en absoluto la victoria de Karímov. El diputado Asliddín Rustámov, la candidata de los socialdemócratas, Dilorom Tashmujamédova, y Akmal Saídov, apoyado por una plataforma oficialista que dice defender los derechos humanos «no son más que meras comparsas en la escenificación de la farsa», sostiene Abdulláyev. Otro de los líderes opositores que tampoco ha podido tomar parte en los comicios es Johangir Shosalímov. Así que, si no surge un milagro, el actual presidente uzbeko continuará al frente de su país otros siete años y seguirá gobernando con mano de hierro. Los primeros datos oficiales serán dados a conocer hoy. El índice de participación ha sido del 90,6%, como en los tiempos de la URSS. Líder local del Partido Comunista en la época soviética, Islam Karímov, que cumplirá 70 años en enero, lleva en el poder desde 1989. Fue reelegido en 1991 y 2000 y, aunque la Constitución prohíbe a una misma persona mantenerse en el cargo de presidente más de dos mandatos consecutivos, interpreta que las consultas populares realizadas en 1995 y en 2002 le autorizan a ello. Con más de 27 millones de habitantes, Uzbekistán es el país más poblado entre las ex repúblicas soviéticas de la zona.