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El gobierno colombiano asegura que Enmanuel Rojas es un niño feliz

El ADN confirma que el hijo de Clara Rojas está en un orfanato

Las FARC admiten que Uribe decía la verdad y ahora le acusan de tenerlo secuestrado

Imagen de la madre y la cuñada de Clara Rojas

Publicado por
agencias | bogotá
León

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Las pruebas de ADN realizadas por las autoridades colombianas confirmaron ayer con «alta probabilidad» la hipótesis del presidente, Álvaro Uribe, de que las FARC no tienen en su poder al hijo de Clara Rojas, nacido en cautiverio, lo que fue admitido por ese grupo guerrillero. El fiscal general colombiano, Mario Iguarán, reveló que los exámenes hechos a familiares de Rojas y a un menor de edad que está bajo protección estatal, establecieron una «alta probabilidad» de que se trata de la criatura concebida hace tres años por Clara Rojas, ex candidata a vicepresidenta, y un guerrillero raso, bautizado como Emmanuel. En un comunicado firmado por el Secretariado del Estado Mayor de las FARC con fecha 2 de enero de 2008, ese grupo dijo que Emmanuel fue entregado en la capital colombiana «a personas honradas mientras se firmaba el acuerdo humanitario» y que Uribe lo tiene «secuestrado». «Emmanuel no podía estar en medio de las operaciones bélicas del Plan Patriota, de los bombardeos y los combates, la movilidad permanente y las contingencias de la selva», señaló el comunicado, divulgado por la Agencia Bolivariana de Prensa. «Niño feliz» La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Elvira Forero, dijo ayer que Emmanuel, el hijo concebido en cautiverio por Clara Rojas, ahora es un niño feliz «gracias a la atención del Estado», que lo recibió en condiciones «lamentables». Forero declaró en una rueda de prensa que el niño nacido hace más de tres años «fue rescatado de la muerte a la que lo tenían sometido las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia». El niño fue recibido por el ICBF «en algo grado de desnutrición, con leishmaniasis, con maltrato físico, con actitud negligente», según Forero. Añadió que «en once meses el niño no tuvo la atención de salud, y se le violaron todos los derechos, se violó la Convención de los Derechos del Niño. Pero el Estado ha logrado que el niño sea feliz, lo ha protegido y lo seguirá protegiendo».

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