Niegan las expulsiones masivas de irregulares deseadas por Sarkozy
España e Italia se desmarcan dela política de emigraciónfrancesa «Mi relación va en serio»
Los socialistas de los dos países se niegan a tomar decisiones que no estén bajo los auspicios de la UE
Las autoridades españolas e italianas se han desmarcado de la voluntad francesa, expresada ayer por Nicolas Sarkozy, de organizar expulsiones colectivas conjuntas de inmigrantes ilegales. En la rueda de prensa ofrecida en el Elíseo, el presidente francés recordó que el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro italiano, Romano Prodi, han anunciado que no volverán a realizar regularizaciones masivas de extranjeros clandestinos sin consultar a sus socios europeos. <¿Saben qué me han pedido los dos?. Que Francia, Italia y España procedan a expulsiones colectivas. ¿Lo que hacen los socialistas italianos y los socialistas españoles no creen que debe hacerlo Francia?>, dijo Sarkozy al ser preguntado sobre las tasas anuales de expulsión que se ha fijado su Ministerio de Inmigración. Fuentes oficiales españolas puntualizaron posteriormente que Madrid y Roma, a diferencia de París, no son partidarios de fletar vuelos conjuntos como principio general. La preferencia se inclina por la readmisión de inmigrantes en el marco de acuerdos bilaterales con los países emisores africanos, a quienes esta vía también plantea menos problemas en su opinión pública que las repatriaciones con la antigua potencia colonial de por medio. España, Francia e Italia efectuaron vuelos conjuntos de repatriación de inmigrantes rumanos a partir del otoño de 2005 en virtud de un acuerdo alcanzado en el marco del G-5, foro que integraba también a Alemania y Reino Unido. Estas operaciones, más simbólicas que prácticas, han perdido todo sentido tras el ingreso de Rumania en la Unión Europea. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró hoy que pretende profundizar en su política de reformas, detalló algunas, aunque pocas y las enmarcó en su