Eslovenia estrena su presidencia en Europa tendiendo la mano a Serbia
Eslovenia, la primera de las repúblicas yugoslavas que se independizó de Belgrado hace menos de dos décadas, ha estrenado su presidencia europea tendiendo la mano a Serbia, de la que depende en gran medida la estabilidad en la estratégica región de los Balcanes. Gobierno esloveno y Comisión Europea han celebrado la tradicional reunión de coordinación al comienzo de una nueva presidencia, con el inesperado acuerdo de poner en marcha un grupo especial de trabajo que ayudará a Serbia a «acelerar» su proceso de acercamiento a la UE. En su anuncio a los medios, el ministro de Asuntos Exteriores esloveno, Dimitrij Rupel, ha establecido un paralelismo entre la instalación de este grupo y el procedimiento exitoso que la UE siguió para facilitar la aproximación de Croacia, la única de las repúblicas ex yugoslavas que ha podido abrir ya negociaciones de adhesión a la Unión. Un acuerdo cerrado El acuerdo ha sido ya concluido por los negociadores serbios y de la Comisión, pero los ministros europeos todavía no han autorizado la firma, porque varios gobiernos, especialmente el holandés y el belga, exigen que Belgrado entregue sin demora a los ex líderes serbios de Bosnia Radovan Karadzic y Ratko Mladic, acusados de crímenes de guerra. Para Holanda, cuyos «cascos azules» fueron testigos impotentes en 1995 de la masacre de miles de musulmanes bosnios en Srebrenica, constituye una condición «sine qua non» la captura y entrega de los dos serbo-bosnios que dirigieron el asedio del enclave. El Gobierno esloveno se esfuerza por separar la oferta a Serbia de la delicada cuestión del estatuto de Kosovo.