Diario de León

Una española y sus dos hijas entre la treintena de rehenes retenidos 24 horas en la sucursal

Los asaltantes de la filial del BBVA consiguen huir con cinco rehenes Nervios y lloros por la liberación

Las autoridades permitieron la fuga en una ambulancia con el fin de evitar una posible masacre

Los rehenes muestran su desesperación en el interior de la entidad

Los rehenes muestran su desesperación en el interior de la entidad

Publicado por
Milagros López de Guereño - la habana
León

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Los cuatro asaltantes de la sucursal del Banco Provincia, filial del BBVA, en Venezuela huyeron ayer martes a bordo de una ambulancia con cinco rehenes. Durante más de 24 horas, los delincuentes mantuvieron retenidas a una treintena de personas, entre las que se encontraba una española de 36 años y sus dos hijas de 9 y 7 años, en la sucursal de la localidad venezolana de Altagracia de Orituco que intentaron atracar. Las autoridades accedieron a darles la ambulancia que exigían para huir con el dinero del botín, mientras que los familiares de los rehenes pedían la mediación del presidente Hugo Chávez. Eduardo Manuitt, gobernador del estado de Guaricó, explicó que los negociadores finalmente accedieron a entregar el vehículo para evitar «un desenlace fatal (...) Ellos dieron 20 minutos para empezar a ejecutar a los rehenes. A pesar de que tenían a sus familias allí (los secuestradores) dijeron que no importaba, que si querían mataran a los familiares de ellos, pero que iban a matar a todos los rehenes». Los secuestradores aceptaron dejar a los 5 rehenes voluntarios en la carretera. «Y ellos prometen dejarlo en la carretera y nosotros prometimos despejarla y que se lleven la ambulancia para donde quieran, si quiere que se la lleven y que se lleven el dinero que quieran. Pero que nos dejen los rehenes nuestros acá y nos dejen los que se van a llevar en la ambulancia», precisó el gobernador. Uno de los cautivos conduce la ambulancia que se dirigía hacia el occidente. En cuanto salieron los cuatro hombres, que estaban pertrechados con armas cortas y una granada, autoridades y familiares ingresaron en la entidad. El gobernador explicó que entre los cautivos hubo nerviosismo, alegría y lágrimas. Añadió que «algunos están deprimidos, descompensados, sobre todo los niños. No hay heridos, creo que fue la mejor salida para esta situación».? Momentos de tensión Una detonación escuchada en el interior del banco aumentó la tensión entre autoridades y familiares que aguardan impacientes el desenlace. El estallido se produjo cuando dos familiares intentaron acercarse al establecimiento. Poco después, las autoridades cedían y aceptaban entregar la ambulancia que pedían los asaltantes para huir del lugar. El vehículo, conducido por uno de los cinco secuestrados que voluntariamente se ofrecieron para poner fin a la crisis de rehenes, partió del lugar a toda velocidad. Pasado el mediodía del martes, las puertas de la oficina se abrían para dejar salir a una mujer con uniforme del banco. Desde que ocurrió el fallido asalto, cuatro mujeres habían sido liberadas y dos hombres, un vigilante y un cajero lograron escapar. Sin embargo, junto a la española y sus hijas, un bebé de 15 días y una embarazada de 8 meses quedaban en poder de los delincuentes, que permitieron la entrada de un sacerdote y un médico para comprobar el estado de los retenidos. Igualmente, consintieron en que les enviaran alimentos, medicinas y agua. Eduardo Manuitt, gobernador del estado de Guárico, en el centro del país, y uno de los que medió en la negociación, explicó hora antes de la huída de los delincuentes, que la «situación sigue idéntica» a pesar de que «nosotros le hemos hecho una contraoferta, porque allí hay 30 rehenes identificados hasta ahora, y entre ellos hay 3 niños menores de edad y uno niño lactante». Según el gobernador, pidieron a los secuestradores la liberación de los niños y la embarazada, pero no quisieron. «Uno de ellos nos confesó que están divididos, dos de ellos quieren salir a entregarse y otros dos están en la posición más dura». Bajo las drogas Manuitt señaló, igualmente, que al parecer «tienen conexión con otros grupos de afuera preparando la salida de la ambulancia, y además de esto pudimos grabar y precisar que estaban bajo el efecto de las drogas y se estaban drogando incluso abiertamente, lo cual nos hace temer un desenlace fatal si accedemos a que se utilice la ambulancia». Gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad del banco, los rehenes pudieron ser identificados en su totalidad y las autoridades trabajaban en hacer lo mismo con los asaltantes. Por la información aportada por los liberados, los negociadores sabían que contaban con «cuatro armas, de calibre corto, entre pistolas y revólver y presentaron este martes por los cristales del banco, una amenaza con una supuesta granada que aparentemente no es fragmentaria», agregó Manuitt. Las autoridades dijeron que lo que parecía un asalto sencillo se complicó, porque un policía de servicio entró en el banco para hacer una operación personal, se encontró con el asalto y lo frustró. Los familiares, que mantuvieron el contacto con los secuestrados a través de llamadas y mensajes de móvil, habían pedido la intervención de Chávez: «Presidente de la República avóquese a este caso del pueblo de Altagracia de Orituco que lo necesita», insistió Brigiet de Goitía, cuyo hijo estaba dentro de la entidad. Tras la marcha de los delincuentes en la ambulancia, una multitud irrumpió en el banco en busca de sus seres queridos, mientras que las fuerzas de seguridad trataban a duras penas de mantener el orden en la zona de la sucursal La mujer de 36 años y sus dos hijas, de nacionalidad española y venezolana, tomadas como rehenes desde el pasado lunes por los asaltantes de un banco de Venezuela, han sido liberadas y llevadas a un hospital local, indicó su hermana. En medio de la confusión, dos ambulancias partieron precipitadamente del lugar con algunos de los liberados, que fueron llevados a un hospital local, entre ellos una mujer de 36 años de nacionalidad española y venezolana, y sus dos hijas pequeñas. Una hermana de la española, contactada por teléfono, dijo a Efe que la mujer estaba muy nerviosa y llorando, y que las niñas están siendo rehidratadas además de un pequeño análisis médico en el centro sanitario al que fueron llevadas.

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