El Gobierno espera la transición, pero el PP no aguarda avances
El Gobierno espera que la renuncia de Fidel Castro a sus cargos de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe de la Revolución cubana suponga el inicio de la transición política en Cuba y facilite la puesta en marcha de reformas profundas en la isla. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que la primavera de 2007 se entrevistó en La Habana con Raúl Castro y otras autoridades del régimen, aseguró que España quiere ayudar a los cubanos en esta nueva etapa de su historia. Moratinos recordó que tras su visita a Cuba, el año pasado, ya señaló «que había comenzado una nueva etapa, que había un nuevo liderazgo que estaba buscando un nuevo proyecto». Fidel acababa entonces de ceder sus poderes provisionalmente a su hermano Raúl, a quien Madrid ve ahora como el hombre capaz de asumir la jefatura del Estado y reformar el régimen desde dentro. El Gobierno no espera una transición rápida, pero piensa «acompañar, ayudar y hacer lo posible para que el futuro de Cuba sea el mejor para todos los cubanos», explicó el ministro de Exteriores. «Anacronismo» El PP está esperanzado ante la expectativa que se abre en Cuba con la renuncia de Fidel Castro, pero advierte de que el relevo entre hermanos no permite vislumbrar la apertura de un proceso democratizador en la isla. Mariano Rajoy desea que la renuncia pueda ser «el principio de la llegada de la democracia a Cuba», según declaró en Punto Radio. «El régimen cubano es un auténtico anacronismo -dijo-, prácticamente no hay regímenes comunistas en el mundo y lo que todos queremos es que Cuba se convierta en una democracia, que se respete la libertad y los derechos humanos de los ciudadanos y la libertad económica». Las reacciones no se hicieron esperar en todo el mundo. «Podría ser el comienzo de la transición democrática para el pueblo de Cuba», dijo el presidente George W. Bush, que prometió ayuda a la isla en caso de que se encamine hacia la democracia. No obstante, el 'número dos' del Departamento de Estado, John Negroponte», descartó en «un futuro cercano» un levantamiento del embargo.