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Después de diez meses de su llegada el presidente pierde en el primer test electoral clave

La izquierda francesa aprovecha las municipales para castigar a Sarkozy

Según las primeras estimaciones el 47,5 de la oposición tiene una respuesta del 40% en la derecha

En el primer test electoral, Sarkozy ha salido derrotado por más de siete puntos de margen

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efe | parís

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La izquierda aventaja a la derecha en la primera ronda de las elecciones municipales celebradas en Francia, según los sondeos a pie de urna, en este primer test electoral para el presidente Nicolas Sarkozy, diez meses después de la llegada del político conservador al Elíseo. Las listas de izquierda obtuvieron el 47,5 por ciento de los votos y las de derecha un 40 por ciento, según los cálculos del instituto CSA difundidos al cierre de los últimos colegios electorales en las grandes ciudades, a las 20.00 locales (19.00 GMT). Otros institutos demoscópicos han hecho estimaciones de los resultados en casi una decena de ciudades que consideran como un importante barómetro y que muestran, igualmente, el auge de la oposición de izquierdas. Entre ellas, la ciudad de Ruán (noroeste), ganada por los socialistas a la primera, sin tener que esperar a la segunda y definitiva vuelta de los comicios, el próximo domingo. La participación, según los institutos de sondeos, se pudo situar entre un 68 y un 70,5 por ciento, más que el 67,29 por ciento registrado en las municipales anteriores, en 2001. Renovar 37.000 municipios Además de renovar los concejales en los casi 37.000 municipios de Francia, los aproximadamente 44 millones de votantes estaban llamados a las urnas también para elegir en 2.020 cantones (la mitad de los existentes) a miembros de Consejos Generales, órganos ejecutivos de los Departamentos. Aunque se trata de elecciones locales, tienen un significado nacional y permitirán medir la relación de fuerzas entre los principales partidos políticos, en un contexto marcada por la fuerte caída de popularidad del conservador Sarkozy desde comienzos de año y por una coyuntura económica desfavorable. Uno de cada dos franceses consideraba que si el partido de Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), perdía varias ciudades grandes, sería una «derrota personal» para el presidente, cuya impopularidad refleja, según los analistas, el descontento por el incumplimiento de sus promesas sobre el poder adquisitivo, la exhibición de su vida privada y su forma de comportarse en el cargo. El opositor Partido Socialista (PS), que había llamado a un voto de castigo contra Sarkozy y su Ejecutivo, se había marcado como objetivo reconquistar 30 de las 40 ciudades de más de 20.000 habitantes perdidas en 2001. Se da por sentado que los socialistas conservarán las alcaldías de París y Lyon, que habían arrebatado a la derecha en 2001. Si la izquierda consiguiera adueñarse de Marsella y Toulouse, sería una sonada derrota para la UMP. La UMP, que dirige en torno al 55 por ciento de las 230 ciudades de más de 30.000 habitantes, ha insistido en el carácter «local» de estos comicios, y el propio Sarkozy ha indicado que mantendrá el «rumbo» y no se dejará distraer. El jefe del Estado ha excluido una «gran» remodelación de su Gobierno después de las elecciones, en las que concurren veintidós de los 33 miembros del Ejecutivo, incluido el primer ministro, François Fillon. Entre las incógnitas de estos comicios está el resultado del MoDem del centrista François Bayrou, que fue el tercer hombre de las Presidenciales de 2007 y que, según las estimaciones, llegó en segundo lugar, justo detrás del candidato socialista, en la pugna por el ayuntamiento de Pau (suroeste). La esperanza de los comunistas es detener su declive y la de los Verdes «salvar los muebles». El ultraderechista Frente Nacional, que afronta una grave crisis financiera tras su debacle en las Legislativas de junio pasado, sólo ha presentado listas en 85 ciudades, la mitad que en 2001