| Crónica | Informe sobre los Derechos Humanos |
EE.UU. saca los colores a Rusia
El Gobierno de EEUU sacó a China del grupo de los mayores violadores de los derechos humanos en el mundo pero mantuvo en esa «lista negra» a países como Birmania, Irán y Corea del Norte, y criticó con dureza la corrupción en Rusia. Esa es la esencia del voluminoso informe anual sobre la situación de los derechos humanos en más de 190 países en 2007 que divulgó el Departamento de Estado, en el que destaca dentro de Latinoamérica el deterioro en Cuba y Venezuela, y los progresos en Colombia. El informe asegura que en diez países el poder está concentrado en dirigentes que «no rinden cuentas»: Corea del Norte, Birmania, Irán, Siria, Zimbabue, Cuba, Bielorrusia, Uzbekistán, Eritrea y Sudán. En Mauritania, Ghana, Marruecos y Haití hubo mejoras, pese a que en el país caribeño no hubo elecciones para el Senado. El informe critica la corrupción en Rusia y la violencia sectaria en Irak, país que, bajo presiones de Estados Unidos, ha establecido un marco legal y constitucional para el respeto de los derechos humanos. Jonathan Farrar, no precisó los motivos de que China, anfitriona de los Juegos Olímpicos en agosto próximo, haya sido excluida de la lista negra, pero destacó que ese país tuvo «un pobre historial en derechos humanos» el año pasado. Así, el informe denuncia los fuertes controles a la libertad de culto en las áreas del Tibet y en la región autónoma de Xinjiang Uighur. Además, el Gobierno chino continuó su campaña de vigilancia, acoso, detenciones, arresto y encarcelamiento de activistas, escritores, periodistas, abogados y sus familiares, «muchos de los cuales buscaban ejercer sus derechos», agregó. Por otra parte, el Departamento de Estado criticó con dureza la centralización del poder del Ejecutivo en Rusia, así como la corrupción y la forma «selectiva» en la que se hacen cumplir las leyes.En Irak, la violencia sectaria y étnica, sumada a la débil gestión del Gobierno, han dado pie a una extendida violación de los derechos humanos y un alto número de refugiados y desplazados internos, según el análisis. En Irán se violaron los derechos de la libertad de expresión y se incrementó la represión de disidentes, periodistas,