Las duras acusaciones del primer ministro francés, François Fillon, contra la izquierda marcaronel último día de campaña de las elecciones locales, mientras trascendió que el jefe de Estado, Nicolas Sarkozy, prepara una mini remodelación gubernamental y cambios en su propio estilo y en su comunicación. Pero, pese al revés anunciado para su partido conservador, la UMP, en la ronda final de las Municipales y Cantonales del próximo domingo, todo indica que Sarkozy mantendrá el rumbo de sus reformas, aunque un 62 por ciento de los franceses desea un cambio de política postelectoral, según un sondeo de BVA divulgado hoy. Un 72%, sin embargo, quiere que Fillon, mucho más popular que Sarkozy y convencido de la necesidad de
, siga en su puesto, un 37% que no haya cambios en el Ejecutivo y un 35% que ciertos de sus miembros sean reemplazados. Según el entorno de Sarkozy, ningún ministro será cesado, aunque habrá que cambiar al secretario de Estado de Ultramar, Christian Estrosi, que ha dicho que dejará el Gobierno si, como indican los sondeos, se hace con la Alcaldía de Niza (sureste). Y se podrían crear tres secretarías de Estado adicionales -Ordenación del Territorio, Industria y Economía Digital, además de un responsable para el
, en esa mini remodelación que podría anunciarse el martes próximo.
Primeros cambios El lunes, en principio, Sarkozy efectuaría cambios en la comunicación del Elíseo, con la partida de su portavoz, David Martinon (quizás como diplomático a Nueva York), y la vuelta a una organización más tradicional. El principal ajuste afectaría al estilo del propio Sarkozy, que se volvería más
. Los sondeos indican que la fuerte caída de su popularidad desde comienzos de año se debe en buena parte a su forma de comportarse, en las antípodas de la solemnidad de sus predecesores. De hecho, desde hace unas pocas semanas, Sarkozy ha mostrado una actitud más contenida en sus actos públicos. Un cambio que probablemente llega demasiado tarde para salvar a la UMP del duro revés anunciado por los sondeos