Diario de León

| Crónica | Un conflicto sin fin |

Irak, un país que sobrevive en la penumbra

Regresar cinco años después de la guerra es toparse con el miedo, los despectivos controles de Estados Unidos y el pesimismo sobre el futuro

Imagen de dos manifestantes en Londres

Imagen de dos manifestantes en Londres

Publicado por
Mercedes Gallego - bagdad
León

Creado:

Actualizado:

Los periodistas estadounidenses en Irak, escoltados por mercenarios armados hasta los dientes, aplican siempre «la regla de los diez minutos»: no más de diez minutos en un mismo sitio. Nuestra regla de oro fue no más de diez días camuflada entre iraquíes. El precio de la seguridad personal en Bagdad se cifra en cientos de miles de dólares al mes, lo que explica que sólo los gigantes mediáticos hayan podido quedarse en el país más peligroso que hayan visto nunca los periodistas: 127 han sido asesinados desde la invasión de marzo de 2003, además de 50 empleados de apoyo. Son prisioneros en hoteles de medio pelo parapetados tras barricadas de cemento o en casas de seguridad custodiadas por comandos armados desde varias manzanas alrededor. En cuanto se pone un pie en la terminal el silencio del fantasmagórico aeropuerto internacional de Bagdad desata la angustia. Los mostradores están vacíos. Las pantallas electrónicas apagadas. La duty free parece una tienda cubana del período especial. Sólo los vehículos autorizados cuyos conductores tengan una acreditación gubernamental pueden llegar hasta el aeropuerto, vetado para el ciudadano de a pie o incluso para los taxistas. Empresas de seguridad como la británica AKE cobran entre 2.000 y 3.500 euros por trasportar a un huésped hasta un hotel de Bagdad en un pequeño convoy de dos vehículos blindados. Al anochecer, a la salida de Bagdad, aún tocará jugarse la vida de nuevo por conducir tras un convoy americano que avanza lentamente en busca de explosivos. Hay miedo, mucho control y mucho pesimismo.

tracking