El presidente francés crea un «polo político» en el Elíseo para explicar las reformas
El varapalo electoral despierta las críticas internas a Nicolas Sarkozy
El varapalo electoral en las municipales ha despertado en el seno de la mayoría conservadora las primeras críticas en público a la forma de gobernar de Nicolas Sarkozy. El presidente francés ha creado un «polo político» en el Elíseo para explicar las reformas en cartera y va a aplicar un ajuste técnico a su gabinete que no afectará a ningún ministro. La oposición socialista, casi exclusiva beneficiaria del voto de castigo, exige «un reajuste del comportamiento del presidente y de su política». Los resultados de las cantonales han terminado de rendondear el triunfo de la izquierda, que va a dirigir 60 de los 101 departamentos franceses. La derecha, que perdió nueve provincias, se ha de contentar con 41. A escala municipal, los socialistas poseen siete de las diez primeras metrópolis: París, Lyón, Toulouse, Estrasburgo, Nantes, Lille y Saint-Etienne. Los conservadores se quedan con Marsella, Burdeos y Niza. Aunque las instancias oficiales han tratado de buscar paliativos poco convincentes al batacazo, las voces críticas han comenzado a oírse en el seno de la UMP gobernante. Su vicepresidente y ex-primer ministro, Jean Pierre Raffarin, opinó que el Ejecutivo «debe rectificar el tiro», «modificar el discurso gubernamental» y «hablar menos de reformas y más de resultados». Las censuras también llegaron desde el grupo parlamentario conservador, cuyo presidente, Jean-François Coppé, reclamó una modernización de los métodos.